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¿De dónde viene la idea de Hispanidad?

La Hispanidad reúne a una comunidad cultural de 500 millones de personas. Fue el sacerdote Zacarias de Vizcarra quien usó el término de Hispanidad, estrechamente vinculado al catolicismo, en un escrito publicado en Buenos Aires en 1926 bajo el título La Hispanidad y su verbo. El P. Vizcarra era profesor de los «Cursos de Cultura Católica», creados en 1922 dentro del programa de renovación del pensamiento católico que tenía lugar en Buenos Aires bajo el patrocinio del episcopado de Buenos Aires. En la capital argentina tuvo muy buena amistad con el escritor vasco Ramiro de Maeztu, quien entre 1928 y 1930 ejerció como embajador de España en Argentina. Esta amistad será fundamental para la difusión de la Idea de Hispanidad en España a través de la obra de Maeztu, Defensa de la Hispanidad.

En la gran urbe rioplatense, el presidente Hipolito Yrigoyen fue el primer estadista que proclamó el 12 de octubre de 1917, como fiesta de la Raza, para todos los hispanos del mundo. Aunque el término raza no fuese en un sentido biologicista, sino cultural, en el sentido que le daría el mexicano José de Vasconcelos en 1925 en su ensayo La raza cósmica. En 1934, el primado de España, cardenal Isidro Gomá, visitó también Buenos Aires, y en su conferencia titulada Apología de la Hispanidad defendió que América era la obra de España, y esta obra era esencialmente católica. Hubo que esperar cuatro años, para que visitase la ciudad rioplatense el filósofo Manuel García Morente, quien en sus conferencias, recopiladas con el título Idea de la Hispanidad, habló de España como sujeto de la historia que siempre se había mantenido fiel a su esencia espiritual, logrando imprimir su sello en los hechos. Opinión compartida por el historiador Claudio Sánchez Albornoz, exiliado en Buenos Aires, que defendió la fidelidad de España a su esencia espiritual cristiana. En Perú, la escuela hispanista ha tenido como célebres autores a Felipe Barreda Laos, José de la Riva Agüero, Víctor Andrés Belaúnde, Alberto Wagner de Reyna y Jose Antonio del Busto.

La piedra clave de aquella construcción cultural fue el mestizaje de dos comunidades humanas, que de su fusión surgió la identidad propia de América, hija de los conquistadores, como de los vencidos. De igual modo que la España originaria era hija de Roma y del caudillo resistente Viriato. La unidad espiritual producida por la acción de la cultura, favoreció la formación de las nuevas identidades nacionales, enraizadas en sus respectivas geografías. Desde entonces, la Hispanidad ha pasado por momentos de olvido, al no depender de la fortaleza hegemónica de una potencia europea, sino de la libre colaboración fraternal de los países que conformaban una misma herencia.

Las Cumbres Iberoamericanas han ayudado en el momento actual a multiplicar los lazos políticos, económicos y culturales. Pero sin olvidar, que las fronteras de la Hispanidad mantienen su vitalidad expansiva, hacia los nuevos centros económicos de poder en el Pacífico.

La hispanización de Estados Unidos

De los 285 millones de habitantes que tiene EEUU, la primera potencia del mundo, los hispanos son 35 millones oficialmente, a los que habría que añadir los 12 millones de ilegales no contabilizados. Esta masa social es bastante uniforme, ya que el 58,5 % son de origen mexicano, el 9,6 % puertorriqueño, el 3,5 % cubano y un 28,4 % reúne al resto de sudamericanos, centroamericanos y españoles.

Su visibilidad es mayor en la región suroeste del país. California tiene un 32,4 % de población hispana, Arizona un 25,3 %, Texas un 32 %, Illinois (Chicago) un 12,3 %, Nueva York un 15 % y Florida un 16,8 %. El despertar hispano proviene de la concienciación de la primera y segunda generación de nacidos en los EEUU, que con unos índices altos de formación, están proporcionando las minorías intelectuales necesarias para la reivindicación identitaria de su comunidad. Una comunidad que vive una cultura propia, con periódicos y televisiones; y una juventud que llena las iglesias católicas de construyeron irlandeses e italianos.

La deshispanización de Filipinas

En cuanto a Filipinas, el español se encuentra en franja desaparición por el desarrollo masivo del inglés desde la conquista estadounidense de 1898. No obstante, la Academia de la Lengua Española de Filipinas está empeñada en recuperar la lengua que considera forma parte de la identidad nacional filipina. Filipinas aparece como un valioso interlocutor entre Asia y América, donde empresarios coreanos y japoneses buscan ejecutivos filipinos, por su mejor adaptabilidad a la mentalidad hispanoamericana. En el momento actual donde el Pacífico es el centro de la economía del mundo, los países costeros como México, Colombia, Ecuador, Perú y Chile tienen una oportunidad importante de desarrollo y de liderar la internacionalización de una cultura común en la era de la globalización.

(Publicado originalmente en www.ladialecticanacional.com el 20/01/2020)

 

JOSÉ LUIS ORELLA MARTÍNEZ

José Luis Orella