La Conferencia Episcopal ha hecho unas recomendaciones sobre las precauciones a tener en cuenta en todas las Iglesias:

. Se retira EL AGUA BENDITA de las pilas de entrada.
. No hay que hacer el GESTO DE LA PAZ, evitando darse la mano.
. No se deben BESAR LAS IMÁGENES, ni a la columna de la VIRGEN DEL PILAR… Un gesto o una inclinación de cabeza bastarán… No me imagino haciéndole un gesto con la cabeza, a mi madre, sin acercarme a ella…
. Hay que guardar la higiene necesaria al dar la Comunión. Etc.

Y, digo yo que, ya puestos, mejor si ya no tocamos los bancos de la Iglesia para arrodillarnos, o dejamos de recibir la Santa Comunión en la boca o en la mano (qué oportunidad para retirar a las/os feligresas/es que dan la comunión, por supuesto, sin haberse lavado antes), o dejamos de dar la limosna cuando pasan la bandeja entre los asistentes a la Misa (porque alguien tendrá que recoger, después, ese dinero que ha ido de mano en mano), o dejamos de portar los Pasos de Semana Santa…

Aunque en esta cuestión, estos signos (los besos, dar la mano, las procesiones, etc.) no son fundamentales para mi fe, aunque me ayudan. No así la comunión; pero exigiendo que el que la administre -sea sacerdote o seglar- guarde las estrictas normas de higiene.

Y si seguimos así, habrá que tener más precauciones ¿verdad? Como, por ejemplo:
Cerramos cines y centros comerciales, prohibimos el transporte público (de tu casa al coche y del coche a casa), no retiramos dinero de los cajeros (¿de dónde lo sacaré en día festivo?), ni intercambiamos productos por billetes, no entregar la compra en la mano, tocar un producto de una estantería del supermercado (no sea que ya lo haya tocado otra persona… imagínense), comprar flores en la floristería, ir de tapas por los bares, o probar -en el concesionario- el auto nuevo que quiero comprarme y que repaso palpando con mis manos su salpicadero o el volante, o cualquier superficie que otros tocaron antes…

No podemos entrar en esta locura colectiva porque, entonces, no saldríamos de casa. No sé qué se pretende con tanto alarmismo…

Señores, higiene básica, sentido común y normalidad. La de toda la vida. Y no nos asustemos, porque en lo Sagrado está Dios. Porque siempre hemos besuqueado (como hacía mi abuela) las imágenes de Santos; y la Columna de la Virgen Del Pilar lleva puesta desde los tiempos de los primeros cristianos. Y, seguro que, el primero en besarla fue el Apóstol Santiago. Y, después, los santos, y los pecadores, y las prostitutas y los ladrones, y sanos y enfermos, y tú y yo… ¿Y qué?

… No hace daño al hombre lo que entra por la boca, sino, lo que sale del corazón… (San Mateo 15-11). No perdamos la fe. Fe y sentido común.

Jesusmari Burgos

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