Revisamos la obra de uno de los pintores italianos más detallistas y sugerentes del siglo XIX: Ippolito Caffi, quien se prodigó en los pequeños formatos.
Pintor italiano, destacado exponente de la pintura paisajística y urbana decimonónica.
Nacido en Belluno en 1809, tras estudiar en su ciudad natal y en Padua, sus inicios como pintor quedarán marcados por el estilo neoclásico, pero será el estudio de los pintores venecianos del siglo XVIII el que redefina su producción futura; en efecto, la inspiración de Caffi remite a Carlevarijs y Canaletto, pero su prodigiosa técnica lo sitúa de lleno en su siglo, consiguiendo sus mayores logros en las escenas nocturnas venecianas, donde su inventiva sin parangón explora los efectos luminosos más insólitos: Noche de Carnaval en la Plaza de San Marcos, Celebración nocturna en la Vía Eugenia, etc.
Tras una fructífera carrera plagada de viajes, de exposiciones, de actividad política, Caffi falleció a los 57 años de edad en la Batalla de Lissa, ahogado a bordo del destruido buque Re d’Italia.
Largo tiempo subestimado (la exposición celebrada en Venecia en 1966 -con motivo del centenario de su fallecimiento- marcaría, a este respecto, el punto de inflexión), Ippolito Caffi emerge en nuestros días como uno de los mayores pintores italianos de su siglo.
Nieve y niebla en el Gran Canal es una de esas pequeñas joyas que jalonan la carrera de Caffi. La pequeña tela al óleo, de 16 x 42 centímetros, quintaesencia el buen hacer de Caffi, atmosférico y con un magistral dominio de la luz.
José Antonio Bielsa Arbiol