Celebro mucho la concentración del sábado 28 de Junio, con un calor de justicia, y fuera del horario laboral, en defensa del Estado de Derecho, que existe gracias a la separación de poderes.
Esa separación con la que quiere acabar el cerdansanchismo, o como yo digo, el régimen comunista sanchista.
Los continuos ataques desde el ejecutivo, que va camino de ser investigado penalmente, contra los magistrados, jueces y fiscales, son inadmisibles en cualquier sociedad civilizada, pues son propios de países bananeros, con reyes en la higuera, sin oposición, y con una castuza política que solo aspira a seguir robando, y perpetuarse en el poder.
Cada día, cuando me levanto, doy gracias a Dios por seguir vivo, pero también le pido, por caridad cristiana, que nos ayude.
Esos jueces y fiscales que se han manifestado hoy, lo han hecho en defensa de nuestros derechos y libertades, no para defender su situación laboral, que está acreditada y consolidada.
Durante los doce años que presté servicios como juez sustituto y fiscal sustituto (no interino, como dicen ahora), me sorprendieron mucho dos cosas:
- El exceso de trabajo que pesaba sobre todos y cada uno de nosotros, y
- La falta de medios de la Administración de Justicia, que es el hermano pobre de las Administraciones Públicas.
Parece que había, y hay, un interés político en que la Justicia no pueda cumplir eficazmente con sus deberes constitucionales y legales, y para eso, ¿qué mejor que tratarla con la mayor cicatería posible…?
Estoy cansado de poner mi coche, por ejemplo, para desplazarme a juicios en las tres provincias donde presté servicios, y tardar unos meses en poder cobrar el kilometraje, con unas ridículas cuantías que escasamente cubrían el combustible.
O en tener que pedir a la Agencia Tributaria un peritaje, cuyos funcionarios hacían, gratis et amore, en sus horas libres, y con meses de retraso, ante la carencia de los técnicos correspondientes en el TSJ o en la Audiencia Provincial respectiva.
Y tener que arar con funcionarios interinos, procedentes del INEM, que no sabían que era unas diligencias previas, por ejemplo, y mucho menos conocían los programas informáticos que se utilizan, pues nadie les había dado una mínima preparación previa.
En fin, para que seguir. Los magistrados, jueces y fiscales saben perfectamente de lo que estoy hablando.
Nunca tuve un fin de semana tranquilo, pues siempre había sentencias o autos que dictar, o escritos de acusación.
Y cuando te vas de vacaciones, te llevas los asuntos pendientes, para que no se acumule el trabajo, y a la vuelta te inunde una montaña de papeles…
Que ahora venga ese moderno Rasputín llamado Bolaños a intentar enmerdar a los jueces y fiscales, diciendo que solo defienden sus “privilegios”, cuando se trata de meter por la gatera a más de mil nuevos jueces y fiscales a dedo, pero con el carnet del PSOE en la boca, dice muy poco bueno del tipejo.
¿De verdad vale la pena ser tan miserable para comer caliente todos los días…?
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor