Franco, un Liberal de libro, segunda parte

Si se vuelven a leer la primera parte de Franco, un Liberal de libro, en el enlace:

https://www.elcriterio.es/2025/06/11/el-liberalismo-como-doctrina-contra-la-fe-de-cristo-vi/

y la Proclama de Tetuán del 17 de julio de 1936, comprobarán como NO menciona una sola vez las palabras DIOS o CRISTO que en sus siguientes escritos los repite en varias ocasiones.

Si la ausencia de una alusión a su fe llama la atención, todavía nos extraña más la repetición de su Trilogía – palabra masónica que repiten hasta hartarse – y su Trilogía es la misma que los masones orgullosos de la Revolución Francesa y de la Francia actual con su divisa Liberté, Egalité, Fraternité… causante de cientos de miles de muertes durante la sangrienta Revolución que asesinó a Obispos, sacerdotes y fieles por ser creyentes en la FE de Cristo… ¿Franco no lo sabía?

Patriotismo al estilo de VOX desprovisto de la FE Verdadera.

Patriotismo el de Franco apoyado, eso sí, en el orden, el respeto a las leyes y a la Constitución… que, nombra para referirse a la necesidad de cumplirla… ¿Franco tampoco sabía que todas las Constituciones son masónicas y van en contra de la Doctrina de la Iglesia que declara que todo poder procede de DIOS…?

El poder NO procede de la soberanía popular como asumen todas las constituciones y, contrariar, la Doctrina de Cristo, es Liberal.

Entiendo que al NO mencionar ni una vez términos cristianos, Franco en ese momento NO era creyente sino un republicano que se Alzaba contra la República por una cuestión de orden y para buscar como escribe, la paz y el amor…, textualmente:

Paz y amor entre los españoles; libertad y fraternidad, exenta de libertinajes y tiranías… de qué guindo se había caído…

Declara… España entera la que se levanta pidiendo paz, fraternidad y justicia…

El Alzamiento de Franco, en esa primera fecha del 17 o 18 de julio al NO mencionar su credo católico – que no lo tenía – se convierte en una más entre las asonadas Liberales que se sucedieron durante el siglo XIX y cuyo objetivo era el mero alcance del poder bajo una coartada de orden.

Masones en la familia Franco

Sin que se pueda demostrar que él lo fuera, su famoso hermano Ramón, el aviador lo era, así como su padre al que Franco le reprocha su masonicidad.

Su hermano, Nicolás casado con una hija de Ricardo Pascual de Pobil y Chicherri, también masón y político que se pasaba del partido conservador al Liberal en función de su conveniencia y alcalde de Alicante varias veces.

El presidente de las Comunidades Israelitas de España y empresario famoso, Max Mazin declaraba que tanto los apellidos Franco como Bahamonde eran de origen judío converso y que su hermano Ramón se jactaba orgulloso entre sus amigos de ser judío.

La Ideología del régimen franquista

Resulta evidente deducido de su Proclama que es un documento central para conocer la ideología de Franco, Liberal y Masónica, es necesario ver la evolución de su régimen y como a través del tiempo va modificándose su ideario y, sus fines.

En ningún caso se puede considerar que la ideología franquista fuera monolítica y que desde su accesión al poder nombrado por la Junta de Generales en 1936 sus ideas y las del régimen permanecieran siempre formando un ideario católico siguiendo la Doctrina de la Iglesia.

Franco y sus ideólogos declararon el carácter nacional del régimen derivaba de la tradición católica… nada más lejos de la realidad porque desde el final de la guerra Franco desato una persecución encubierta y no declarada contra la Comunión Tradicionalista la única formación política participante en la Cruzada de Liberación verdaderamente Católica.

Si Franco hubiera sido un auténtico Católico Tradicionalista habría incorporado a su Gobierno no solo a la Comunión Tradicionalista sino su Doctrina basada en la de la Iglesia, la Monarquía Católica Tradicional y el principio de que todo poder procede de DIOS.

La Iglesia apoyaba la Sublevación, civil y militar – más civil que militar – desde el otoño de 1936. El 1 de julio de 1937, una Pastoral Colectiva del Episcopado legitimó el levantamiento y la guerra en nombre de la defensa de la fe.

El Vaticano reconoció al gobierno de Franco un año después antes de que terminara la Guerra. Su gobierno restauró la Iglesia Católica con sus privilegios. El nuevo período que se iniciaba se caracterizaba por la estrecha y oficial colaboración del Estado y la Iglesia.

Franco era un camaleón político que adopta en cada momento las maneras y expresiones que le favorecen o en función de sus necesidades. En ningún caso, Franco fue un Católico de FE auténtica sino solo de conveniencia política.

Resulta evidente que ese falso catolicismo que exhibe es más una postura hacia los grupos y personas que le apoyaron que la realidad de su pensamiento.

Ni que decir tiene que el apoyo incondicional de la Iglesia Católica es la clave para consolidarse en un poder que ostentaba y ejercía de modo despótico sin que nadie pudiera, ni levantar su voz ni expresarse en forma contraria a sus designios. Franco no aceptó en ningún momento que ni una persona ni grupo político le llevara la contraria.

Resulta sorprendente para algunos y la caracterización de su ideología Liberal que ya en ese año de 1945 comenzara sus reuniones con Juan de Borbón y Battenberg para restaurar la dinastía que abandonó un 14 de abril de 1931 el trono de España.

En ese periodo que se inicia en 1945 y que algunos historiadores llevan hasta 1957 fecha en la que se inicia la nueva fase Tecnocrática y que nosotros lo paramos en 1953 con el Tratado de Madrid con los EE.UU. y que fuera muy posible que se fuera gestando justo después de finalizada la Guerra de 1945, entendemos que los Acuerdos de Madrid marcaron el futuro de España y la Gran Traición de Franco a los grupos, partidos y españoles que le llevaron al poder y que sacrificaron cientos de miles de vidas sin duda alguna peleando por la FE de Cristo.

El Tratado de Madrid se muestra como un éxito de la política exterior franquista y del propio dictador y una gran victoria con el acercamiento al supuesto adalid del anticomunismo que representaban los Estados Unidos masónicos de América que ostentaban el honor de ser la primera nación masónica del mundo.

Nadie se puede creer que el sistema de información de Franco fuera tan inútil como para desconocer que todos los presidentes de los EE.UU. desde George Washington, pasando por Abraham Lincoln y llegando hasta el judío y grado 33, el muy bueno de Dwight Eisenhower fueran todos masones y NO hermanitas de la Caridad muy anticomunistas.

No podemos obviar que a las pocas semanas de iniciarse la instalación de las Bases Americanas las primera Logias de masones abrían sus Templos en esas Bases. Las informaciones al efecto son proporcionadas por las mismas Logias orgullosas de su implantación… mientras Franco nos contaba ese falso relato de la conjura judeo-masónica… Los masones de la UNED (un nido masónico) escriben que, desde la implantación de las Bases, los Tribunales españoles han juzgado por diversos delitos a los militares de esas instalaciones, pero, pero NUNCA ningún delito de pertenencia a la masonería… por cierto, prohibida por el Dictador…

La pregunta que nos formulamos es si Franco seguía el guion masónico desde el primer minuto de su Alzamiento del 17-18 de julio de 1936 que es lo más probable o que en algún momento desde esa fecha hasta el inicio de las conversaciones para llegar al Tratado de Madrid o fue convencido de forma voluntaria o le insinuaron como suele ser habitual en esos masónicos EE.UU. y su CIA (creada en 1947) la posibilidad de un suicidio.

Todo el régimen de Franco es un continuum planificado desde ese 18 de julio disfrazando primero un régimen pseudo-fascista y católico – a la vez, es un poco sorprendente – para alcanzar unos acuerdos con los EE.UU. en 1953 – a buen seguro mucho antes – para en 1957 abrazar la FE Tecnocrática – lo más alejado de nuestra FE Verdadera – y el advenimiento de los Tecnócratas, masones casi todos desde esos alejados años 1957… ¿tenía Franco necesidad de abrazar la FE Tecnocrática, el un supuesto y sedicente devoto Católico?

En esas fechas los masones correteaban en sus consejos de ministros… López-Rodó, Fraga Iribarne y varios más.

En estas notas pasamos con velocidad de Fórmula Uno sobre el Tratado de Madrid que necesita una amplia disección más allá de traernos e implantar para cualquier país de las Bases Americanas que desde que los EE.UU. comenzaron a distribuirlas por el mundo tienen una misión muy diferente de esa inicial de protegernos contra los muy peligrosos Comunistas… Las Bases Americanas, también merecen en sí mismas todo un escrito, por su perversidad y por su planificación desde hace 75 años con un afán de la masonería americana de controlar los pueblos para esa Dictadura Mundial que pretenden con la confluencia de las democracias liberales y del comunismo sea chino o ruso o de donde venga.

Los masónicos EE.UU. de América han sobrepasado la cifra de 1.000 Bases – MIL – alrededor del mundo… ¿para qué? En uno de los artículos alejados en el tiempo en El Criterio recogía las manifestaciones – si no me equivoco – del antiguo masón de alto grado y cantante famoso australiano Altiyan Child sobre la verdadera misión de esas Bases… lo volveremos a contar con mayor detalle, Dios Mediante.

El Concordato de 1953

Coincidente con la fecha de 1953 y el Tratado de Madrid, el 27 de agosto de 1953 se firmó un Concordato con el Vaticano. Su primer artículo proclama: «La religión católica, apostólica y romana sigue siendo la única religión de la nación española, goza de los derechos y prerrogativas que le corresponden, con arreglo al Derecho divino y al Derecho Canónico».

¿Franco hace coincidir ambas fechas, una de corte Católica y la otra, con clara connotación masónica con un afán de compensación o intentando enmascarar el verdadero carácter masónico del Tratado?

Del Concordato se deriva una fuerte influencia ideológica en el sistema educativo.

Resulta sorprendente – o no tanto – el ministro franquista de Educación, el masón declarado Pedro Sainz Rodríguez… parece que a nuestro Caudillo se le colaban los masones de la conjura con facilidad.

Continuaremos, Dios Mediante con la Tercera parte

Piense el lector que mi objetivo no es denigrar, mentir o calumniar a Franco sino a través de los hechos – y sus frutos – a demostrar que el objetivo de Franco muy posible desde el instante cero del Alzamiento de traernos la democracia que disfrutamos HOY.

Por sus frutos los conoceréis, es nuestro Evangelio… los frutos de Franco no fueron ni son buenos, no solo se trate en conseguir un crecimiento económico sino va acompañado en paralelo de un crecimiento moral y religioso.

Viva Cristo Rey

DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO

 

Iñigo Caballero

I. Caballero