Me refiero a si nuestra democracia, si la nación española, nosotros, tenemos remedio.

La respuesta es que sí. ¿Fácil solución? No. Difícil. Pero si otros lo han conseguido, nosotros también podemos. Este ‘nosotros’ no incluye a todos los españoles. Por ejemplo, Puigdemont, Otegi, Junqueras y un largo etcétera de antiespañoles bien colocados, y cobrando de los impuestos de los españoles. Los que desprecian, rotundamente a España, y les da vergüenza enarbolar una bandera española, cantar el himno nacional español (sin letra), o decir ‘España’. Prefieren ‘Estado español’, ‘geografía española’, ‘territorio’ y similares idioteces.

El ministro de Cultura (¿) Urtasun, es un ejemplo del ignorante desprecio a España. Por no hablar de Yolanda, Belarra, Irene… Recuerdo que el ‘amor a España’ de Pablo Iglesias (el comunista) era equivalente a sus servicios sociales.

Estas líneas no van a favor de ningún partido político concreto. Van a favor de unos mínimos que nuestra democracia debe tener si merece el nombre de democracia. ¿Cuáles son estos mínimos?

Lo primero, es no repetir lo que hacemos. Si repetimos las mismas cosas, saldrán los mismos, o peores, resultados. Lo más urgente es modificar el sistema educativo y hacerlo más exigente. ¿En qué sentido? Tiene que haber transmisión de conocimientos y habilidades que preparen y faciliten conseguir un trabajo, por una parte, y, por otra parte, conocimientos en Humanidades que permitan a los estudiantes conocer mejor quiénes somos, de dónde venimos, cuáles son los valores sobre los que se ha fundamentado nuestra cultura, los avances científicos y técnicos, capacidad argumentativa, nuestros errores y éxitos, etcétera.

Recordemos a Ortega, cuando habla del ‘hombre-masa’: ‘es el que se diluye en la multitud, renuncia a su individualidad y busca la comodidad y la igualdad absoluta, careciendo así de una personalidad propia’.

El sistema educativo no debe permitir la creación de ‘hombres-masa’. ¿Qué hacemos, por ejemplo, con los profesores progres que impidieron sacar una bandera española cuando España ganó el campeonato de Europa de fútbol? Así de estúpida y cobarde es la política española. Permitida/apoyada, por PP y PSOE.

Otra lacra antiespañola, es la no transmisión de conocimientos y de valores como el esfuerzo, el mérito, etcétera, considerados de derechas. O sea, malo. Y no hay que decir ‘España’, ni ‘lengua española’. Es de fachas. Lo progre es ‘Estado español’ y ‘castellano’.

Ya tenemos dos aspectos que no debemos repetir, si queremos evitar los males/estupideces que nos aquejan. Además de transmitir conocimientos, técnicos y humanidades, para encontrar trabajo y no ser un semianalfabeto, hay que modificar la ley electoral, que ha beneficiado -en estos últimos cuarenta años- a los enemigos declarados de España. ¡Gracias a PSOE y PP!

Es absolutamente impresentable que se transmita a los estudiantes la falsaria ‘Leyenda Negra’. Responsabilidad de políticos despreciables, se llamen Sánchez, Puigdemont, Urtasun, etcétera. Núñez Feijoó, con su ‘gestión y moderación’, (no ‘batalla cultural’) lo permite. Una cobardía imperdonable, que hace al PP, cómplice de esta infamia.

Es intolerable que los que odian/desprecian a España mientan con la falsaria Leyenda Negra, transmitiendo su odio antiespañol a las jóvenes generaciones. Aunque también es muy importante, no comento el problema/suicidio de la inmigración ilegal e incontrolada. Por no extenderme demasiado. Pero es muy grave, a pesar de la irresponsable estupidez de los partidos mayoritarios, -en Bruselas- socialistas, populares, liberales y verdes. Aquí, los socialistas y sus socios chusma (comunistas y separatistas) se bastan para arruinar España.

El PP debería proponer a Vox -sin estúpidos aires de superioridad- un gobierno de salvación nacional. Y a los partidos que -en serio- defiendan la democracia y España.

Podemos conseguir este proyecto de mínimos, pero es necesario que los españoles decentes/no fanáticos -con independencia de sus tendencias políticas- se unan en defensa y promoción de este proyecto democrático de salvación nacional. Las élites económicas, salvo excepciones, se comportan cobarde e irresponsablemente. Sólo preocupados por su trasero, como Sánchez.

Si insistimos en lo que venimos haciendo, repetiremos los mismos, o peores, resultados. ¿Será soportable tanta corrupción, despilfarro, colonización de las instituciones, manipulación mediática, y degradación moral y política? Y el grave perjuicio económico que provoca.

Si la secta fanatizada de socialistas -y sus socios comunistas y separatistas, -antidemócratas y antiespañoles, respectivamente- sigue siendo mayoría, entraremos de lleno en la República Bananera Socialista, con el ‘puto amo’ de presidente. ¡Los feligreses fanatizados lo merecen!

De diez cabezas, nueve embisten y una piensa’. (Antonio Machado). Los militantes socialistas que aplaudieron -Congreso de Sevilla- a sus camaradas condenados por corrupción, y vociferaron ¡hay que acabar con la derecha! ¿piensan o embisten?

 

P.D.: No me olvido de la no asistencia (el único) de este gobierno socialista a Notre Dame. ¡Qué chusma! Según edit.LD: ‘Un grupo mal avenido de incompetentes sin escrúpulos’.

 

Sebastián Urbina

Sebastián Urbina