Que el   PP y el PSOE son un duopolio político, es claro y evidente.

Y que no quieren competencia,  también.

Ambos partidos se repartieron el CGPJ, diez vocales para cada partido, todos obedientes al amo correspondiente,  y ya está.

Pero lo que es de juzgado de guardia es que el PP haya consentido el nombramiento de una jueza de izquierdas, progre, para presidir el  órgano y el  Tribunal Supremo, pues ambos puestos van en el lote.

(La verdad es que nunca he entendido la existencia de una asociación de “jueces para la democracia”…

Que pasa, ¿Qué las otras asociaciones de jueces defienden la dictadura?).

¡Y que muchos medios y pseudoperiodistas, al  servicio del  PP, se empeñen en presentar esta clamorosa victoria del  sanchista como un gran triunfo del PP!

O que el  PSOE okupe también el  Banco de España, y el PP lo admita, como si aquí no pasara nada…

Pero el PP, ¿es realmente un partido, o la marca blanca del  PSOE?

Feijóo y sus muchachos de verano azul, todos cincuentones, no se vaya usted a creer, pero que se comportan como  adolescentes inmaduros, que no saben lo que quieren,  siguen encantados consigo mismos.

Algunos, después de hundir el PP en el  País Vasco, se han trasladado a Madrid, para hacer lo mismo, en el ámbito nacional.

¿No estarán a sueldo del PSOE, porque uno ya no sabe que pensar…?

Se  puede ser tonto, pero no  tanto.

Estoy deprimido, desmoralizado, y profundamente cabreado.

A Feijóo habría que llamarle “el  observador”.

El ve todo, observa todo, dice que están estudiando, que “igual” hacen algo, etc., para engañar al personal, pero nunca hacen nada.

A este tipo habría que enviarle de vuelva a Galicia, de donde nunca debía haber salido, pero solo con billete de ida.

Y a los políticos honrados, de ambos partidos, que quiero  pensar habrá algunos, les pregunto: ¿por qué no piensan en España, en el interés de nuestra Patria, y en mejorar la vida de los españoles, no solo la suya propia?

La dictadura sanchista está ya a la vuelta de la esquina (con la ayuda del PP, eso sí), y el  que no lo vea,  tiene que ir al oculista, con urgencia.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.graueditores.com

Ramiro Grau Morancho