Dos países sin solución

 

Siento ser tan pesimista, pero creo que ni Argentina ni España, hoy por hoy, tienen solución.

Y, si me apuran, creo que España está todavía peor que Argentina, pues allí, al  menos, no hay regiones que se quieran independizar, si bien es cierto que la Patagonia, por ejemplo, podría convertirse en un segundo Israel, pues la mayoría de las tierras han sido compradas por judíos.

En Argentina mandan más los judíos que los argentinos de origen, y me temo que en España vamos por el  mismo camino…

El constante incremento de la deuda pública,  nos pone a los pies de los caballos, y nos deja en manos de los grandes bancos internacionales, y los gigantescos fondos buitre que, poco a poco, se van apoderando de todos los activos de la nación.

Los emperadores romanos, que no tenían un pelo de tontos, sabían que si la plebe podía comer, e ir al circo, para entretenerse, no se rebelaría contra el gobierno, y en la actualidad pasa lo mismo.

En Argentina son las paguitas, que permiten, mal que bien, llenar la tripa, y el fútbol, que para ellos es una religión.

La única religión que realmente conocen y practican, aunque la Constitución argentina reconoce como religión oficial la católica.

En España, que no es un país secularizado, sino de anticlericales, a los que les encantaría quemar iglesias y conventos, matar sacerdotes, etc., mediante paguitas y subvenciones se consiguen tener millones de votos cautivos, que siempre votarán por el estómago, no por las ideologías…

Aparte de que, para tener ideología, hay que tener ideas, principios, y una cierta formación mínima, que hoy en día las nuevas generaciones no tienen, en general, pues las escuelas, institutos y universidades se han convertido en gigantescas guarderías, o almacenes de futuros parados, solo preocupados por el  hedonismo, el consumismo y la tontería.

¿Qué nos está pasando…?

¿Cuándo se jodieron España y Argentina…?

Al menos los argentinos tienen segunda vuelta electoral, que permite elegir entre los dos partidos mayoritarios, mientras que aquí tenemos un sistema electoral en el  que no existe esa segunda vuelta.

Y no solo eso, sino que los partidos minoritarios, separatistas y terroristas, partidos de intereses, que no de ideologías, imponen sus aspiraciones a la gigantesca, y callada, mayoría social.

En fin, poco más que decir. Rezaré por España y por Argentina, nación hermana, donde tengo grandes y buenos amigos.

¡Y que Dios se apiade de nosotros!

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.graueditores.com

Ramiro Grau Morancho