Si usted es un inútil, o un fracasado, no sabe qué hacer con su vida, pero le gusta vivir muy bien, eso sí, sin trabajar, su “vocación” es la política.

En España cualquier imbécil puede llegar a ministro, y a los hechos me remito…

Y a presidente del gobierno: Zapatero, Sánchez, y hasta Rajoy, si me apuran.

No lea, no estudie,  no trabaje.

No se esfuerce en la vida.

No le servirá de nada…

Es mejor que se afilie a un partido político con posibles, y dedíquese concienzudamente a chuparle el culo al mandamás de turno, y no en sentido figurado, sino real.

Y muchas veces, también otras cosas.

Este consejo es apto tanto para hombres como para mujeres con ambición, que son las peores.

Nos dan sopas con onda, y cuando nosotros vamos, ellas vuelven.

Hable con grandilocuencia, aunque no tenga ni puta idea de lo que está diciendo, en esos discursos que le harán los “asesores”… “La tierra es del viento”, “Nos espera un futuro de grandes realidades” –sobre todo para usted-, “Hagamos una España y un Mundo mejor (sobre todo para usted y su familia, caso de tenerla), etc.

Cambie de casa, de coño –o de pito-, y de coche, como hicieron los socialistas, allá por 1982…

No hable con la plebe; solo lo imprescindible, no vayan a pensar que usted es tan imbécil como ellos, o incluso más.

Sobre todo, diga siempre que todo es gratis, que no cuesta nada, y que lo importante es vivir bien, y ser feliz.

El populacho busca la felicidad, y no solo eso, sino que creen “tener derecho a ser felices”.

Diga que les va a dar todo lo que pidan, e incluso más. La gente cada día es más idiota, y se creen todo.

No hable de los niños que son abortados, ni de los viejos a los que hay que dar la eutanasia, pues no se quieren morir, los muy cabrones.

Y hay que disminuir los millones de pensionistas.

No queda otra…

(No nos vamos a rebajar los sueldos, suprimir ministerios inútiles, o disminuir los tres millones y medio de empleados públicos, la mayoría enchufados por nosotros, y nuestros antecesores. ¡Hasta ahí podíamos llegar!).

Beba, esnife y fornique como un cerdo. O una cerda, que solo se vive una vez….

Y, además, jodiendo conocerás a más gente.

Tú eres un experto en la jodienda. Tu vocación política te obliga a joder a todo el mundo, creando problemas donde no los hay, para hacerte imprescindible, y que la sociedad –que son un rebaño de borregos-, te vea útil y necesario.

No soluciones, arregles o remedies nada, aunque puedas.

Recuerda que cuanto peor esté todo, mejor te irá a ti.

Nunca jodas a otro político, aunque puedas. Dale una salida honorable. Recuerda que, entre bomberos, no nos pisamos la manguera.

Hoy por ti, mañana por mí.

Preocúpate de que las cárceles tengan piscinas, a ser posible climatizadas, salas de estar, biblioteca, gimnasio, etc. Piensa que en un momento  desgraciado de tu vida, puedes acabar allí.

En cambio, no te preocupes por las escuelas, institutos o universidades. Recuerda que ya no volverás allí, ni de visita.

Además, cuanto más imbécil sea la gente, más fácil será manejarlos, y llevarlos al redil.

Roba todo lo que puedas. El pase por la política puede ser breve, aunque la mayoría nos jubilaremos como políticos, y hay que cubrirse los riñones. Comisiones, mordidas, tantos por cientos de las obras adjudicadas –puedes pedir el veinte por ciento, como nuestros “hermanos” separatistas catalanes-, etc.

Por supuesto, si ves que el partido –más bien partida-, se va a la mierda, salta corriendo del barco, como hacen las ratas, que son muy inteligentes, y negocia tu ingreso en otro partido con posibilidades electorales, y en un puesto relevante, haciendo valer los miles de seguidores que tienes (ahora que no nos oye nadie, ninguno; unos porque te conocen demasiado, y otros porque no saben ni quien eres, y, además, tampoco les importa).

Recuerda, tontolaba, que todo este páramo llamado España, algún día será tuyo, claro que para entonces, ya será un desierto, donde no podrán vivir ni los sabandijas y alimañas, como tú, hideputa.

 

Ramiro Grau Morancho,

Académico, jurista y escritor.

https://www.graueditores.com

Ramiro Grau Morancho