Nacido en Monforte do Alemtejo, el 9 de septiembre de 1888, estudió en Evora, pasando a la prestigiosa Universidad de Coimbra, para realizar sus estudios de Derecho. Por razones de trabajo se instaló primeramente en Elvas, donde se casó con Ana Júlia Nunes da Silva, y después pasó a Lisboa, donde inició su militancia política monárquica y tradicionalista. Antonio Sardinha junto a otros intelectuales portugueses decidieron formar el Integralismo Lusitano, un movimiento de autoafirmación nacional, similar a la Action Française, pero tomando como base ideológica la doctrina del legitimismo luso. En 1914, Sardinha con Alberto Monsaraz e Hipólito Raposo fundaron “A Naçâo Portuguesa”, una revista que se convirtió en el órgano del movimiento. Sus artículos y discursos en la Liga Naval, sirvieron para centrar la doctrina integralista en la defensa del catolicismo, del régimen monárquico y la adopción del corporativismo organicista.
Antonio Sardinha, fue miembro de la Junta Central del Integralismo y pasó a ser su presidente en 1918. Por aquel entonces, Portugal había visto subir al poder a Sidónio Pais, un militar imbuido de firme espíritu patriótico, que adoptó algunas ideas integralistas para su gobierno de renovación nacional. Los integralistas contaron con tres diputados y Sardinha estuvo entre ellos. Sin embargo, el presidente fue asesinado por sicarios dirigidos por las logias y el liberalismo anticlerical volvió al poder. Los monárquicos decidieron sublevarse en 1919 contra el nuevo gobierno, los integralistas dudaron de momento, pero cuando esta se realizó, Sardinha, que había sido comisionado para evitar la rebelión armada se unió al militar Henrique Mitchell de Paiva-Couceiro, quien será el presidente de la junta del gobierno de la denominada Monarquía del Norte. Antonio Sardinha será nombrado gobernador civil de Portalegre, pero fracasado el movimiento armado, vivió exiliado en España hasta 1921, hasta que fue amnistiado. Ya en Portugal, su vida transcurrió dedicado a escribir libros sobra la historia de su país.
Su primer libro había sido editado en 1915, O Valor da Raça. Introduçao a Uma Campanha Nacional. Aunque al principio defendió la personalidad propia de Portugal, frente a una posible anexión española, posteriormente, después de conocer España en su exilio, defendió el establecimiento de una estrecha alianza entre los dos países ibéricos. Aquel deseo se materializará con el hermanamiento efectuado por sus discípulos, de la revista “Integralismo Lusitano” y la española “Acción Española” en el período de la II República Española. Antonio Sardinha mantuvo amistad epistolar con el español Ramiro de Maeztu. Otros libros fueron publicados en 1924, Ao Principio Era o Verbo, y en 1925, Ao Ritmo da Ampulheta. En ese mismo año publicó La Alianza Peninsular, donde expuso sus ideas de aunar en una alianza espiritual a los dos países ibéricos. Su obra principal será histórica, pero será editada de forma póstuma en Historia de Portugal. También serán publicados después Era uma Vez um Menino, en 1926; O Roubo da Europa, en 1931 y Pequena Casa Lusitana, en 1937.
Su muerte el 10 de junio de 1925, en plena juventud, tenía 36 años, dejó un hueco imborrable en el movimiento integralista. Sus discípulos fundaron el Instituto “Antonio Sardinha” para perpetuar su pensamiento, ya que se le consideró el más sobresaliente de los intelectuales integralistas. Posteriormente, los integralistas apoyaron el movimiento militar de 1926, que dio paso al Estado Novo. Las ideas de Sardinha influyeron de forma importante en el establecimiento del régimen de Antonio Oliveira Salazar, aunque la muerte de Manuel II en el exilio y la no restitución de la monarquía en la figura de Don Duarte Nuno, heredero del miguelismo, creará fuertes discrepancias entre los integralistas monárquicos y el Estado corporativo salazarista.