el ambicioso proyecto de Bill Gates junto a la Rockefeller Foundation
El ambicioso proyecto ID2020, que se propone la digitalización global con datos biométricos y tecnología «blockchain» de todas las personas, es otro de los polémicos emprendimientos del magnate informático Bill Gates, en este caso asociado a la histórica dinastía financiera Rockefeller. ID2020 (“Identidad Digital 2020”) fue fundado entre los años 2017 y 2018 por The Rockefeller Foundation, Microsoft y GAVI «The Vaccine Alliance», entidad esta última en la que concurren tanto la «Bill and Melinda Gates Foundation» como a los principales laboratorios del mundo. Junto a estos socios fundadores se asociaron las corporaciones Hyperledger, dedicada a la tecnología «blockchain»; IRespond y Simprints, organizaciones dedicadas al uso de datos biométricos para la identidad digital; la ICC, International Computing Center de Naciones Unidas; entre otras.
¿El objetivo? identificar a cada persona por encima de los registros de identidad de cada Estado nacional. De acuerdo con los propios desarrolladores, en un futuro, esta identidad digital será necesaria para acceder a educación, salud, beneficios sociales, derechos políticos como votar y realizar transacciones económicas. Esta identidad digital conectará nuestras huellas digitales, iris de los ojos, registros médicos, fecha de nacimiento, nivel educativo, viajes realizados, tarjetas de crédito, historiales de empleo, licencias de conducción y cuentas bancarias. Tendrá la característica de la “persistencia”, “desde el nacimiento hasta la muerte” y de ser “portable”.
¿Por qué participa como uno de los principales fundadores GAVI «The Vaccine Alliance», la alianza de los grandes laboratorios que se encarga de campañas de vacunación global? Porque el proyecto ID2020 resulta ideal para que los grandes laboratorios puedan tener, más allá de cada Estado-Nación, un detalle preciso de cada individuo que ha sido vacunado, cuándo, cómo, dónde, etc.
¿Cuál es el argumento para implementarlo? “Mil millones de personas en el mundo no pueden probar su identidad (…) Ningún gobierno, compañía o agencia puede resolver esto solo”, sostiene el proyecto, que plantea que los actuales sistemas de identificación son “arcaicos e inseguros”, proponiendo el uso de “nuevas tecnologías, incluyendo «blockchain» y biométricas”. “Para muchos, depender de los sistemas nacionales de identificación no es posible”, explican desde la plataforma oficial. “La habilidad para probar quién eres es un derecho humano fundamental y universal. Como vivimos en una era digital, necesitamos una manera confiable de hacerlo tanto en el mundo físico como online”, afirma el relato que busca darle legitimidad. Este proyecto ya ha sido presentado en 2017 en Naciones Unidas y en 2019 en Davos, uno de los reductos de las élites del liberalismo financiero.
ID2020 es parte de los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas propuesta en 2015, la que incluye como una de sus metas “proveer identidad legal para todos, incluido el registro del nacimiento”, de manera encriptada y descentralizada («blockchain»). “Todos deberían poder tener su identidad más allá de las instituciones y fronteras nacionales, y más allá también del tiempo”, afirman en su manifiesto.
Las conjeturas en redes sociales han sido múltiples, y no es para menos: Gates, principal financista de la OMS junto a los más importantes laboratorios mundiales, es al mismo tiempo el encargado, junto a la histórica y poderosa Rockefeller Foundation, de sentar las bases para el registro y control biométrico de la población global, algo nada descabellado cuando en medio de la pandemia del COVID-19 el propio magnate informático, devenido en especialista ad hoc en epidemiología, viene sosteniendo que el mundo solo “volverá a la normalidad cuando todas las personas del planeta hayan sido vacunadas”. El problema es que con la excusa de la vacuna,… se implanta al mismo tiempo el terrorífico chip biométrico y ya estamos todos controlados por el Gran Hermano global. Como los mismos promotores de este proyecto explican, sin el chip no habrá acceso a educación, salud, seguridad social, no habrá posibilidad de realizar ciertas transacciones económicas y tampoco podrán ejercerse derechos cívico-políticos. El Estado de Derecho anulado con un simple click. ¡Quién lo hubiera dicho hace unos años¡ Se cumplen casi ad pedem litterae las profecías de Tocqueville, de Belloc y de tantos otros, de una tiranía incontestada, una esclavitud consentida e ignorada por la inmensa mayoría de los que la sufren, todo aparentemente sobre la base del soft power y el pensiero debole.