Europa, “hacia el extremismo”. Los electores de Austria, Alemania, Francia, Holanda, Italia, Finlandia, Suecia, República Checa, Eslovaquia, Croacia o, por supuesto, Hungría, solo por mencionar a países miembros de la Unión Europea, no han seguido el relato de quienes les advertían del “peligro”. (VozPopuli)
Resumiré, porque este gravísimo problema requiere mucho más espacio. Sin embargo, será suficiente para que, el que quiera entender, entienda. No se convence a algunas personas, ni con cien libros.
Me dirijo -principalmente- a España, aunque es aplicable, con matices, a otros países europeos.
Empezaré por la rutina, que es muy importante. El cambio, a diferencia de la rutina, exige un esfuerzo, una valentía. ¿Por qué? Porque nos resulta más cómodo seguir haciendo lo que venimos haciendo. Esto sucede en el ámbito familiar, profesional, político…
Un ejemplo. En Andalucía, se necesitaron más de treinta años de grandes corrupciones socialistas para que la mayoría de los andaluces se decidiera por un cambio político. Repito, cuesta cambiar. A unas personas más que a otras. Por ejemplo, las personas que han interiorizado una ‘doctrina moralmente superior’, difícilmente cambian.
En España, los casos claros están en el PSOE, y en los partidos separatistas/independentistas. Además del PSOE, los separatistas/independentistas tienen fuertemente asumida una superioridad sobre el resto de los españoles, a los que consideran opresores. Ejemplo entre miles. El embajador del ‘catalán’, profesor Cabal Guarro, nombrado por el presidente Illa, define España ‘como una inmensa mierda’.
O sea, ‘catalanismo cordial’, como dice Alberto, desde la higuera centro centrada.
Los socialistas también tienen este sentimiento de superioridad, especialmente sobre la derecha, que es basura. Pero no son superiores por identidad, como los vasquistas y catalanistas. Son superiores porque el socialismo es una especie de religión laica (solidaridad, libertad, igualdad, progreso, derechos…), que merece adhesiones inquebrantables. La derecha es basura. Punto.
Y esto ¿qué tiene que ver con el ‘peligro de la ultraderecha’?
Tiene que ver con el sectarismo y la ignorancia. Cuando millones de personas creen que su ideología -en este caso el socialismo- es moral y políticamente superior al resto, es que los niveles culturales y de madurez política son muy bajos, y alto el fanatismo. Lo que es muy grave, democráticamente hablando.
Es normal, que el que vota la opción (A) crea que esta opción es mejor, o menos mala, que las demás. Lo grave es cuando se interioriza la máxima, ‘los míos con razón y sin ella’. Que es lo que sucede con el socialismo ‘moralmente superior’, a pesar de su hedor pestilente de corrupción, traición y mentiras. Degeneración sexual incluida. Pero sus feligreses votantes, aplauden fanáticamente embobados.
Algo parecido pasa con los enfermos de identidad, vasquistas y catalanistas.
Y ahora ‘la ultraderecha’. El ‘establishment’ (las élites globalistas dominantes, políticas y económicas), cuando algún intruso (Vox en España) se mete en terreno prohibido (el poder), las criadas mediáticas al servicio de las élites económicas y políticas, se encargan de desprestigiarlo y convencer a millones de personas de que deben seguir votándoles a ellos. ¿Por qué? Porque el ‘intruso’ es la ‘ultraderecha’.
No se necesita argumentar. Son ‘fachas’. Lo repiten las criadas mediáticas, mañana, tarde y noche.
¿Qué ha sucedido en diversos países de Europa? Que una parte importante de la población se ha cansado de la amenaza de la ‘ultraderecha’ (el lobo feroz). Se han hartado de las mentiras del ‘establishment’. Se han hartado de sus ruinosas políticas, relacionadas con una invasión incontrolada de inmigración ilegal, aumento de delincuencia e inseguridad ciudadana, invasión islamista consentida, que permite que haya muchos barrios europeos en los que se aplica la ‘sharía’. Rusia espolea la inmigración masiva en África para desestabilizar a la Unión Europea. (El Debate).
Además de la criminalización y ruina de agricultores y ganaderos, vinculada al histérico apocalipsis climático. Un gravísimo y estúpido suicidio. Por no hablar del grave desprecio europeo a nosotros mismos, a nuestra cultura, a nuestra historia, dándonos la culpa de todos los males. Idiotas es poco.
En España, el ministro de cultura, Urtasun, -como buen comunista- no se cansa de insultar y mentir sobre la Historia de España.
Por esto y otros motivos, millones de europeos han dicho basta. Los graves problemas que tenemos los europeos, son responsabilidad exclusiva de las políticas que ha decidido socialistas, populares y élites económicas. El establishment. Por tanto, el peligro no es la ‘ultraderecha’ (el lobo feroz), que no ha decidido nada.
‘El PP vota en Bruselas junto a los socialistas y la extrema izquierda a favor de la aplicación «plena» del Pacto Verde y de la inmigración masiva’. (LGI/25/10/2024.)
Volviendo a España. O democracia, o el ‘Mafioso, tirano, estalinista”, como llama al ‘puto amo’, Isabel Díaz Ayuso. La verdadera líder del PP.
Sebastián Urbina