Comenzaré pidiendo disculpas a los Académicos de la Lengua Española, pues veo que en el Diccionario no está la palabra triopolio, o una similar, que expresa la inexistencia de competencia, y que el mercado acabe en manos de solo tres empresas…
Pero ese es el modelo al que nos lleva el PSOE, o más bien, el partido de Pedro Sánchez.
Se perfilan tres grandes bancos, el BBVA, La Caixa y el Santander, y pare usted de contar.
Y el pez grande se come al chico… Ahí tenemos al BBVA que se quiere zampar al Sabadell, un banco que funciona estupendamente, y puedo dar fe de ello, pues soy cliente.
Hace poco me decía un amigo, directivo de La Caixa, más bien ejecupijo -otra palabra de cosecha propia-, que a ellos les encantaría “comerse” a Ibercaja, como forma de completar su expansión por Aragón, la tierra prometida, que ya sabemos que los nacionalistas creen que todo es suyo.
Estos tres grandes bancos, a su vez, son el resultado de la absorción de diversas entidades; por ejemplo, BBVA significa Banco Bilbao, Banco Vizcaya, y Argentaria, etc.
Recuerdo mi época de administrador único de una empresa, años 1980/1990, y cómo la desaparición de algunos de los bancos con los que trabajábamos, nos suponía unas reducción del crédito, del riesgo concedido para descontar letras.
Si en una entidad tenías un riesgo de diez millones de pesetas, por ejemplo, sesenta mil euros actuales, y en otra de cinco millones, treinta mil euros, el banco resultante no sumaba ambos riesgos, sino que te concedía un riesgo intermedio, por ejemplo de setenta mil euros.
Y, si no te interesa, pues problema tuyo, que no nuestro.
La totalidad de las pequeñas y medianas empresas van a ver reducido su riesgo, es decir, su margen de maniobra bancaria, por no hablar de los clientes particulares, que se van a ver privados de la sucursal en su pueblo, o si viven en una ciudad, tendrán que desplazarse a un kilómetro, para hacer cualquier gestión bancaria.
Por supuesto, el servicio será mucho peor, ya que no van a aumentar las plantillas, sino a despedir a mansalva, para “aumentar su rentabilidad”.
Así lo han declarado públicamente directivos del BBVA, diciendo que la absorción del Sabadell les permitirá mejorar sus ratios de rentabilidad, al poder cerrar muchas oficinas, evitar duplicidades de sucursales y, sobre todo, despedir a miles de trabajadores.
¿Y los sindicatos…?
Los sindicatos, totalmente apesebrados, ni están ni se les espera.
Bastante tienen con cobrar puntualmente las subvenciones estatales, y representar cada vez a menos trabajadores.
Son como ONGs, a las que se mantiene con el dinero público, y que el día que dejen de recibirlo, desaparecerán.
O las numerosas fundaciones públicas, cuya única dedicación es dedicarse a fundirse el dinero de todos en chorradas, ocurrencias, o malversarlo directamente.
No hablo de la calidad del servicio bancario, cada día más deficiente, con largas colas en las sucursales, que cada día se parecen más a un centro de salud de la seguridad social.
En definitiva, un partido supuestamente socialista y obrero, que no hace nada por defender los derechos e intereses de los trabajadores, en general, y de los propios empleados del sector bancario, cada día más reducido.
Ellos sabrán a quien sirven realmente, pero desde mi óptica, únicamente al capitalismo más salvaje.
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor