Que el periodismo está prostituido, vendido a los dictados del NOM, de los mandamases del mundo ya lo sabemos, salvo honrosas y escasísimas excepciones. Encontrar información veraz es, hoy en día, misión imposible, pero, al contrario de la seríe y películas homónimas, las pruebas, todavía, no se autodestruyen y van saliendo a la luz, en redes sociales sobre todo, ejemplos que harían sonrojar a cuaquier persona decente, cosa que no ocurre, por ejemplo, con Pedro Sánchez, con sus «cambios de opinión», o el comentarista olímpico que recoge este tuit (¿seguirá llamándose así, ahora que ha cambiado de nombre esa red social?)
Como indica Mons. Munilla, Dios le bendiga, hay varias posibilidades para explicar lo que ocurre en este video:
1º El periodista no sabe inglés…
2º El periodista es sordo…
3º (añade tú otras posibilidades…)
4º …….
No sabemos si corresponderá a la tercera o cuarta opción pero, claramente, quien guía la mente y la lengua del supuesto «periodista» en el imaginario popular tiene cuernos, cola y lleva un tridente en la mano.