Vaya por delante que, en algún momento pienso que sufro alucinaciones cuando leo informaciones provenientes del Vaticano y cuando son oficiales como en la descrita a continuación, necesito explayarme.
En el enlace que sigue, el Papa Francisco reconoce que su papel como obispo de Roma genera «división» entre los cristianos.
Lo dice Francisco y deja a muchos católicos – por lo menos a este servidor – alucinando.
Cristo Nuestro Señor al delegar en el apóstol Pedro su autoridad en el planeta y con sus palabras sobre esta piedra edificaré mi Iglesia dio al papado la potestad de dirigir, orientar y proclamar su Doctrina sobre la faz de la Tierra.
La Virgen María, madre de Dios, en las apariciones de La Salette profetizó que Roma quedaría en poder del Diablo justo antes de la segunda venida de Jesús.
Como la segunda venida es inminente, lo antes expresado nos da que pensar si Francisco habla en nombre de Cristo o en nombre de Satanás.
Lo insinúa él mismo al decir que genera división.
No generaría división alguna si sus escritos y sus palabras siguieran la Doctrina y Tradición de la verdadera Iglesia de Cristo que, recuerdo, es la única verdadera y fuera de la Iglesia NO es posible la Salvación.
Y siguiendo con el razonamiento, el diálogo con otras falsas religiones o sectas como los musulmanes, los anglicanos o los judíos, desobedece la Doctrina de la Iglesia, repito, el diálogo NO procede con religiones que niegan y ODIAN a Cristo, su crucifixión y la Trinidad, sin ir más lejos, musulmanes y judíos.
Al parecer, el diálogo con los enemigos y odiadores de Cristo es no solo una moda del mundo perverso y pervertido sino una necesidad que imponen los masones.
En el recién celebrado encuentro de Milán, el 16 de febrero pasado, entre representantes de la Iglesia italiana – obispos y cardenales – con los Grandes Maestros de las principales obediencias masónicas italianas, quedó muy clara la perseverancia equivocada y herética de los religiosos asistentes en que el diálogo con la masonería perdure y se continue.
La descripción completa la pueden ver en:
https://www.elcriterio.es/2024/03/02/masones-en-el-vaticano/ y en los dos artículos siguientes, (2) y (3).
Los enemigos de Cristo Nuestro Señor en su afán por destruir la verdadera Iglesia, el primer paso que dan es el del diálogo. Se supone que los que dialogan tienen puntos comunes y a partir de ahí buscar una aproximación, lo que quiere decir que cada parte cede algo para llegar a un acuerdo final.
Si nuestra religión es verdadera y LO ES, no hay ni habrá NUNCA puntos comunes ni se pueden ni podrán alcanzar acuerdos intermedios.
Sobre los anglicanos y sus fieles en auténtica deriva moral y religiosa y los que todavía no los han pervertido y conservan una lucecita en su corazón de amor por Cristo verdadero, cada día más y más se acercan a la Iglesia católica para bautizarse, sí, bautizarse, porque su bautismo no es el nuestro, el único verdadero.
No se sostiene la manifestación de Francisco de que compartimos el mismo bautismo. Pues NO y NO, nuestro bautismo es el que lleva a la FE verdadera, los anglicanos que vienen de una herejía clara y manifiesta, NO están bautizados en la religión católica y al convertirse necesitan Nuestro Bautismo.
La segunda afirmación de Francisco sobre compartir las Sagradas Escrituras, es posible que algunos fieles las compartan, pero NI sus falsos obispos ni sus pastores las aceptan ya que las interpretan de manera muy diferente a las de la Iglesia verdadera.
De entrada, TODOS los obispos y la obispesa anglicana son TODOS adoradores de Lucifer y nadie ni ninguno creen en Cristo Nuestro Señor. Los pastores, es, incluso posible que haya alguno perdido en la marabunta satánica anglicana que conserve una idea, aunque sea pequeña del único Dios verdadero. Me parece difícil, pero puede haber alguno.
Veamos con exactitud las manifestaciones del Papa Francisco
«Sé que el papel del obispo de Roma sigue siendo un tema controvertido y divisivo entre los cristianos… Es necesario, por tanto, entablar un diálogo fraterno y paciente dejando atrás controversias inútiles, para comprender cómo el ministerio petrino puede desplegarse como servicio de amor a todos».
Lo asegura en su discurso donde alaba el trabajo de la Comisión Internacional Anglicano-Católica, que durante cincuenta años trabaja para superar los diversos obstáculos que se interponen en el camino de la unidad de los cristianos.
Estaba presente el arzobispo de Canterbury, Welby, masón grado 33 de la Logia Unida de Inglaterra. En el evento, el Pontífice asegura: «Aunque todavía no seamos uno, nuestra comunión imperfecta no debe impedirnos caminar juntos. De hecho, las relaciones entre los cristianos […] prevén y exigen desde ahora toda posible colaboración práctica en los diversos niveles: pastoral, cultural, social, y también en el testimonio del mensaje evangélico».
Francisco, el Papa, dispone en la universidad Gregoriana de Roma de varios excelentes sacerdotes expertos en logias masónicas como Rocco D’Ambrosio o Zbigniew Suchecki, también insigne profesor en la universidad vaticana.
También puede ilustrarse del conocimiento masónico del sacerdote y jesuita José Antonio Ferrer Benimeli – hermano Danubio – y masón para que le confirme que los obispos anglicanos y en concreto este Welby es Gran Maestro de la logia de Londres.
Como católicos de la Iglesia Verdadera de Cristo Nuestro Señor, los párrafos anteriores nos entristecen de la deriva de Francisco que prefiere tender la mano a nuestros enemigos, al mismo Lucifer encarnado en los obispos anglicanos y feroces enemigos de nuestro Salvador.
Solo podemos pedir a Cristo Nuestro Señor que, en estos momentos próximos al Anticristo, que nos bendiga y nos proteja de falsos pastores que vienen en nombre de Lucifer.
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO
Íñigo Caballero