Que nadie sea tan ingenuo de pensar que el asalto al poder judicial es para salvar a Iglesias del banquillo. El objetivo es conseguir que el PSOE tenga mayoría absoluta sin pasar por las urnas, en esta misma legislatura. ¿Cómo? Ilegalizando a Vox con sus jueces afines, lo cual ya están pidiendo a ladridos los perros de presa (de la prensa) del gobierno basándose en el caso griego. Ello dejaría en blanco 52 escaños, lo que le daría a Sánchez mayoría absoluta con una interpretación ad hoc de la ley, respaldada por sus jueces. Con ello tendría las manos libres para liquidar el Estado tal y como lo conocemos.
Parece ciencia-ficción, ¿verdad?. Pues es el procedimiento que utilizó Hitler en 1933 para soportar su “Ley de Plenos Poderes” (Ermächtigungsgesetz) tras ilegalizar el partido comunista por la quema del Reichstag: consiguió la mayoría absoluta al contabilizarse como escaños válidos sólo los no ilegalizados.
Además, ningún presidente de gobierno en su sano juicio pensaría en crear un arma que pudiera caer en manos de la oposición en futuras elecciones, salvo que tuviera la absoluta seguridad de que eso no iba a ocurrir nunca porque la oposición jamás llegaría al poder. ¡Caramba, qué coincidencia!¡ Si eso es lo que dijo el vicepresidente hace unos días!
Pensándolo bien, con la oposición de cartón-piedra que tenemos, casi da lo mismo. Al botones Sacarino de nuestra castiza masonería centrorreformista sólo se le ha ocurrido lanzar sus denuestos contra el gobierno de la república polaca, que es precisamente es el único gobierno europeo que está reclamando a Bruselas que las autoridades comunitarias desplieguen en España el mismo celo por la independencia judicial de que hicieron gala con Polonia. No importa, siguiendo las enseñanzas de su maestro jedi, Obi Wan Rajoy, probablemente Casado dirá aquello de “No se va a aprobar ninguna reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial”. Ya sabemos lo que pasó con los referéndums en Cataluña…