¿Hay alguien en Zaragoza que no tenga un amigo o un conocido que trabaje en la factoría de OPEL de Figueruelas? Muchos empleados de la compañía llevan más o menos cuatro meses parados,… o en ERTE. Hasta ahora han conseguido cobrar un mes. Pero no importa, sin que el horizonte en este sentido esté aclarado, ni mucho menos, el sedicente gobierno de España lanza el ingreso mínimo vital o renta básica universal. A más de uno le están llegando estos días “comprobaciones” de la Agencia Tributaria, sobre el IRPF correspondiente al ejercicio 2015, para que si eso aleguen, que para lo que les va a servir. Se las envían a su domicilio, pero para decirles, en resumidas cuentas, que en realidad no es su domicilio, porque según sus datos no están consumiendo lo suficiente o lo que ellos consideran que deberían consumir si en realidad se tratase de su vivienda habitual. ¿Y todo esto por qué? Porque hay que buscar dinero debajo de las piedras, y lo más fácil, en realidad, no es quitárselo a los ricos, como ellos anuncian pretenciosa e hipócritamente, sino lanzarse a la yugular de la gente que está en nómina, aquellas personas cuyos ingresos tienen en todo momento perfectamente monitorizados.

En fin, se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Y no te digo nada si se trata no ya de uno sino de una auténtica cuadrilla de embusteros, farsantes, estafadores, sacamantecas,… El ministro Escrivá anuncia el coste presupuestario total de la medida: 3.000 millones de euros anuales. Si los beneficiarios estimados ascienden, según datos del propio gobierno, a 850.000 hogares vulnerables, en una media ponderada de los perceptores en función de las características de tales hogares, pues sabemos que la horquilla está definida entre 461 y 1.100 euros aproximadamente, resulta que el gobierno va a pagar una media de 294 euros por hogar. ¿Y el resto quién lo paga? Las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, a través de los distintos programas de complemento de rentas que ya existen hace años, con frecuencia décadas, en España. Una vez más, un juego de trileros.

Bueno, pero aunque sea con trampa, las cuentas salen, ¿no? Pues no. La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha hecho pública su revisión al alza del déficit público para este año, situándola en el 14% del PIB. La misma responsable ha señalado que el gobierno, aunque había anunciado que para el mes de mayo implantaría esta medida, no la incluyó en el programa de estabilidad que envió a principios de ese mes a las autoridades comunitarias. Señala también que no se ha incorporado la vía de financiación prevista para el gasto asociado, cuando se recomienda que para medidas de corte estructural, no temporal, se aporte esa información, por lo que la evolución futura de su coste económico dependerá del entorno económico.

En definitiva, concluía Cristina Herrero, la eficacia de esta medida dependerá de su diseño final, sobre todo respecto a cuatro cuestiones, aún pendientes de definir por la legislación: la garantía de la cobertura de las personas vulnerables durante este ejercicio 2020, para lo cual se prevé instrumentar un mecanismo para tener en cuenta los ingresos de este año de los potenciales beneficiarios; cómo se diseñen los incentivos al empleo y la compatibilidad de la prestación con la incorporación al mercado laboral; que no haya solapamiento de prestaciones entre la nueva estatal y las de las comunidades autónomas; y que se procure la coordinación con las administraciones territoriales para la gestión y para el diseño de las estrategias de inclusión social.

En la misma comparecencia, la presidenta de la AIReF dijo textualmente, refiriéndose a la situación de la Hacienda Pública en las entidades locales, que “hablar de cumplimiento de la regla de gasto es un ejercicio de ciencia ficción”.

Vivir para ver…

Javier Amo Prieto