«Sin esa victoria, parte de Europa sería islámica en la actualidad». Con estas palabras, el historiador José Luis Orella sintetiza en Revista Hispánica una de las implicaciones críticas de la efeméride que hoy se celebra. Una hito histórico que no solo se conmemora en las naciones que resultaron victoriosas de «la más alta ocasión que vieron los siglos», en palabras de Cervantes, sino en todo el orbe que en aquellos tiempos, se llamaba todavía cristiano. El profesor Orella destaca las implicaciones históricas de la batalla de Lepanto y su relación con nuestros días.
La liga Santa
ꟷHay quien contempla Lepanto como un hito más del conflicto de poder entre el Imperio Otomano y la Monarquía Hispánica. ¿Fue una batalla ineludible? ¿Era una cuestión de hegemonías o había algo más en juego?
ꟷLos turcos habían iniciado en el siglo XIV una gran expansión que les llevó en 1453 a la toma de Constantinopla, en 1526 a conquistar Hungría y tres años después a sitiar por primera vez Viena. En el Mediterráneo, habían fracasado en el asedio a la isla de Malta, llave del Mediterráneo occidental, habían proporcionado armas e instructores a los moriscos de las Alpujarras, sublevados contra España, e iniciado la conquista de la isla de Chipre, principal posesión veneciana en el Mediterráneo oriental. Se hacía necesario frenar aquel expansionismo agresivo que absorbía a decenas de miles de personas en la esclavitud todos los años, y amenazaba con conquistar la misma Roma. El Papa San Pío V será quien se dé cuenta de la necesidad de convocar una Cruzada que aunase a españoles y venecianos principalmente.
Con su aureola y juventud, Juan de Austria pretende reunir bajo su prestigio a lo más granado de los caballeros cristianos para el combate final contra el enemigo otomano
ꟷHablando de San Pío V, ¿qué relevancia tuvo en la batalla de Lepanto y en los orígenes de la Liga Santa? ¿Qué representaba y por qué no todas las naciones católicas respondieron a su llamada?
ꟷEl P. Antonio Michele Ghislieri, de la Orden de Predicadores, famoso por su observancia y austeridad, fue uno de los Papas más comprometidos en desarrollar la reforma católica ante las herejías y potenciar la espiritualidad entre los miembros del clero. También fue artífice de la publicación final del Catecismo Romano.
Su obra más clara fue la Liga Santa contra el Turco, aunada en torno a España y Venecia, a la que se sumaron no sólo los Estados Pontificios, sino también aliados como Génova, Toscana y Malta. La incomparecencia de Francia se debía a que su rivalidad con España le había llevado a una alianza con el Imperio Otomano. Sin embargo, en aquellos años sufría las guerras de religión con los hugonotes, por lo que bastante tenía con el enemigo interno. Inglaterra, Dinamarca o Suecia eran países que habían roto con la Cristiandad de Roma, no acatando las órdenes del Pontífice.
El combate final
ꟷSi en octubre recordamos la victoria en Lepanto, también se conmemora el fallecimiento de uno de sus grandes protagonistas. ¿Qué representa Juan de Austria?
ꟷEl infante Juan de Austria representa el compromiso de España con la Cruzada, al enviar el monarca Felipe II a su hermanastro, vencedor de la revuelta de las Alpujarras. A su vez, el joven príncipe, es hijo del César Carlos V, vencedor de los protestantes, y con su aureola y juventud, pretende reunir bajo su prestigio a lo más granado de los caballeros cristianos para el combate final contra el enemigo otomano. El triunfo bajo su liderazgo, lo elevará al prototipo de caballero cristiano de la época. El propio Papa Pío V lo califico con las palabras del Evangelio: un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan…
La unidad que afrontó la victoria sólo pudo realizarse después de abandonar cada nación cristiana sus intereses particulares, y colaborar con el resto a favor del bien común de la Cristiandad
ꟷHoy más que nunca vemos la importancia que tiene la historia en la agenda política de las naciones. ¿Cuál es la importancia histórica de Lepanto? ¿Podríamos hablar de una última cruzada, en palabras de Louis de Wohl?
ꟷLa victoria de Lepanto puso punto final al expansionismo turco en el Mediterráneo. Aunque la flota fue reconstruida al año siguiente, la ausencia de marinos expertos impidió que arriesgasen aquella segunda flota. Los sultanes pronto olvidaron su hambre de conquistas y se inició un declive que, aunque los grandes visires de la familia Köprulu intentaron evitar, no dejó de decaer hasta el siglo XX.
No cabe duda, de que fue la última gran cruzada, que se dio por motivos exclusivamente religiosos, y consiguió aunar a varios países cristianos en el empeño. Después, los países se guiarían por políticas nacionales marcadas por el pragmatismo, muy lejanas de su pertenencia a una Cristiandad liderada por el sucesor de Pedro.
“Fuit homo missus a Deo, cui nomen erat Joannes” “Hubo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan”
Identidad Cristiana
ꟷ Teniendo en cuenta la magnitud del acontecimiento que describe, ¿qué lección destacaría de Lepanto para la España actual? ¿Por qué hemos de mantener su memoria?
ꟷEn uno de los hechos claves de la historia de Europa, se impidió la última oleada islámica, después de las invasiones norteafricanas. Sin esa victoria, parte de Europa sería islámica en la actualidad. La unidad que afrontó la victoria, sólo pudo realizarse, después de abandonar cada nación cristiana sus intereses particulares, y colaborar con el resto, incluso antiguos enemigos, a favor del bien común de la Cristiandad, bajo el liderazgo de la autoridad espiritual del Papa.
Las amenazas son culturales, y se responden desde los pies firmes de nuestra identidad cristiana
Todos los momentos históricos tienen sus alertas y afrontan sus posibles “Lepantos”. Carrero Blanco escribió un libro sobre la batalla, y comparaba aquel momento con el que se vivía durante la Guerra fría frente al comunismo. Del mismo modo, las amenazas son culturales, y se responden desde los pies firmes de nuestra identidad cristiana, que es el basamento de la unidad de nuestra comunidad de creyentes, la Iglesia, por encima de naciones. El relativismo líquido que favorece el individualismo, potencia nuestro egoísmo e impide una defensa unánime, fuerte y solidaria.