PATRONA de Málaga y de las victorias.
Festividad: 8 de Septiembre.
En Agosto de 1487, las tropas de los Reyes Católicos llevaban varios meses asediando la ciudad de Málaga, pero no conseguían conquistarla. Al parecer Fernando el Católico, que era muy devoto de las imágenes de la Virgen, tenía una en su campamento, a la que solía encomendarse. Parece ser que la imagen era un regalo del emperador Maximiliano I (padre de Felipe el Hermoso, casado con la hija de los Reyes Católicos, Juana la Loca, es decir su consuegro). Málaga era considerada un enclave estratégico para los Reyes Católicos porque constituía el cordón umbilical que sostenía al Reino de Granada por su cercanía al continente africano, que era de donde procedían los refuerzos humanos, militares y económicos. La reina Isabel no cesaba de pedir a los soldados que rezaran durante el tiempo de la campaña militar. El asedio a la Málaga musulmana empezó en mayo, y el defensor de la ciudad, Hamet el Zegrí, respaldado por sus guerreros gomeres parecía imbatible, lo que desmoralizaba a los Reyes. Se temía, además, que pudiera desatarse una epidemia entre las tropas.
Una noche, Fernando El Católico dormía y soñó con la imagen mariana que el emperador Maximiliano le había regalado, al parecer justo cuando iniciaron la contienda contra Málaga. A los pies de la Virgen vio a un anciano que intercedía ante la misma para que ganase el ejército cristiano. Este sueño fue simultáneo a la llegada al campamento de los Reyes Católicos de doce ermitaños enviados por San Francisco de Paula, que solicitaban permiso real para hacer proselitismo de la orden de los Mínimos en los reinos bajo su mandato. Además le pedían a los Reyes Católicos que no levantaran el sitio sobre Málaga porque a los tres días vencerían. Y así fue.
HERNÁN CORTÉS
El 25 de Marzo de 1519, el conquistador Hernán Cortés fundó la villa de Santa María de la Victoria tras la dura batalla de Centla en la que las tropas del conquistador lograron tomar la ciudad maya de Potonchán, convirtiéndose así en la primera población española en México.
Al terminar la batalla, Cortés se dirigió a la plaza principal de la ciudad maya en donde se encontraba una gran ceiba (árbol sagrado maya), sacó sus espada y dio dos golpes sobre el tallo de la ceiba, tomando posesión de estas tierras en nombre de los Reyes de España decretando la fundación de la ciudad y su renombramiento como Santa María de la Victoria.
Cortés mandó buscar a las autoridades indígenas y les indicó que deberían convertirse al catolicismo y honrar a los Reyes de España quienes eran ahora dueños de estas tierras. Así se realizó la primera misa católica del continente en donde los españoles agradecieron a Dios su triunfo por medio de la intercesión de Santa María otorgándoles la victoria en la batalla. Además, en esa misa se procedió a bautizar a los indígenas.
Fue aquí, en Santa María de la Victoria donde Cortés es informado de la existencia de un reino muy grande y poderoso en el que había mucho oro y riquezas.
Oración:
¡Oh, Virgen Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; Inmaculada en el cuerpo, en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna tus ojos a los fieles que imploramos tu poderoso patrocinio. ¡Ea, bendita Madre, Reina y Abogada nuestra, que desde el primer instante de tu concepción quebrantaste la cabeza del enemigo! Líbranos de todo mal y concédenos la victoria sobre nuestros enemigos. Amén.