El régimen bolivariano fue okupando todas las instituciones, para apoderarse del Estado, al igual que en España ha hecho el régimen sanchista.

Una vez tomados el poder ejecutivo, el legislativo, y las instituciones teóricamente independientes del Estado, hay que pasar a okupar el  poder judicial, enfrentándose con él, y domeñarlo, para que sepa quiénes son los amos, y a quiénes tienen que obedecer.

Y en  esas estamos, en la España menguante actual.

He sido juez, fiscal y letrado judicial durante doce años de mi ya larga vida, y abogado otros muchos, y nunca he visto que un testigo se querelle contra un juez instructor…

La única obligación que tiene el testigo es comparecer al llamamiento judicial, declarar la verdad, o, eximirse de hacerlo, para no perjudicar a su esposa, por ejemplo, ascendientes o descendientes.

Y ya está.

El  inquilino de la Moncloa creo que no tiene claro que  él  es un simple inquilino, y que está al servicio de los que le mantenemos y pagamos el  sueldo, no al contrario.

La Abogacía del  Estado, ¡vaya papelón que está haciendo!

Hace falta  valorarse en poco, en muy poco, para firmar esa querella, y dejar a una institución, hasta ahora de categoría, a los pies de los caballos.

Cuando la esposa de uno tiene un problema penal, lo mejor es acudir a un buen abogado penalista, y encomendarle la defensa.

Y, por supuesto, pagarle.

Pero con el  dinero propio, no con el  dinero de todos los españoles, como sucede en el  caso que nos ocupa y preocupa.

Ahora vendrá la Fiscalía, y ya sabemos de quien depende la  fiscalía, a apoyar la querella…

¿Qué recorrido  judicial tendrá esa querella?

Entiendo que ninguno.

Es más,  es posible que ni siquiera sea admitida a trámite, como  tal querella,  aunque sí como  simple denuncia.

Pero estas actuaciones, a lo Maduro, deben hacernos pensar que tenemos un grave problema con Pedro Sánchez, y que ya es hora de que el  poder judicial, único  poder que no controla, todavía,  le ponga en su sitio, y le recuerde que todos los españoles somos iguales ante la ley…, incluida su esposa.

Y él  mismo.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.graueditores.com

Ramiro Grau Morancho