Les aseguro que me he frotado varias veces los ojos y le he dicho a mi mujer que me diera algún pellizco por si se trataba de un sueño tonto de esos que la mayor parte de las veces, al despertarte, no te acuerdas de él porque no tienen ningún sentido lógico. Pero sí. Lo que me ha llegado por mis pupilas es verídico. Lo he visto reflejado en noticias de orígenes no coincidentes por la línea editorial de los medios en los que he podido leerlo.
La información ha sido la siguiente. Y copio literalmente el titular de la información: “Oscar Puente justifica la amnistía para ahorrar trabajo a la justicia”.
Desbrocemos el sentido lógico y gramatical de la frase:
Empecemos por el significado canónico del término “ahorrar”: Reservar una parte de los ingresos ordinarios.
Entonces deducimos que el trabajo no se ahorra, en todo caso se reduce. Y si es la Justicia la que tiene que reducir el trabajo, comprendo lo que quiere decir el ministro con su loable pretensión de que los jueces trabajen menos. Y siguiendo el razonamiento comprendo que la solución del señor ministro es que no se juzgue a los delincuentes y así la carga de trabajo se reduce. Bien. Claro. Visto así tiene su lógica.
Por ejemplo. Si usted, amable lector, le atiza un soberbio puñetazo al vecino de al lado, al cual le tiene usted entre ceja y ceja y no se miran a la cara, la solución es que el/la juez no le juzgue y así se le ahorra al Departamento de Justicia el papeleo. Y en este caso sí es apropiado el término pues se ahorra un montón de gasto en papel y tinta de impresora, que visto lo que suelen acumular los jueces sobre su mesa en expedientes, casos y vistas para sentencia, llegará el día en que para ver si está el juez sentado en su lugar de trabajo habrá que desenterrarle entre los expedientes. Creo que este es el mensaje que encierra en el fondo esa expresión del señor ministro. Lo entiendo.
Para ser rigurosos y no suponer nada fuera del sentido de las palabras de Oscar Puente, extraigamos algo más, si algo más es vislumbrable del profundo pensamiento del administrable ministro, a ver si sondeamos algo más sobre la intencionalidad del mensaje:
“Una ley de amnistía evitaría todo lo que supone para el sistema judicial español proseguir con todo esto. Hombre, ahorrémosle el trabajo a la justicia, que muy sobrada de recursos tampoco está. Si lo que vamos a hacer es someter a las personas a un procedimiento judicial para acabar indultándolas … “
“Una ley de amnistía evitaría todo lo que supone para el sistema judicial español proseguir con todo esto … “ iDiez! Cada vez está mas claro. Quería decir por lo visto que como el sistema judicial está abarrotado de trabajo hay que evitar que se estrese. En realidad, es que no le comprendemos al señor ministro. Es que es todo bondad. Se compadece de los pobres jueces.
“Hombre, ahorrémosle el trabajo a la justicia, que muy sobrada de recursos tampoco está” Sigamos con la semiótica: “muy sobrado de recursos no está” (el sistema judicial). Efectivamente, cierto. Encima el señor ministro no nos miente. El Gobierno no prevé en sus presupuestos la agilización de los procesos, porque los juzgados tienen pocos recursos. También lo entiendo.
Esto del análisis de textos te evita muchos desentendidos. Ya ven ustedes ….
Y ya lo termina por redondear: . “Si lo que vamos a hacer es someter a las personas a un procedimiento judicial para acabar indultándolas … “ Es decir … no se preocupen ustedes que como la intención es indultar a los delincuentes, para qué les vamos a juzgar y someter a juicio sumarísimo. Para eso, para qué molestarse …
Pues ya está. Aclarado. ¿o no? Hombre, o mejor dicho mujer, no ponga en cuestión todo y comprenda al pobre ministro, que no hay que despellejarle por no haber sometido el mensaje a una prueba de contradicción.
Necesitamos ministros así, que nos entretienen mucho con juegos de semántica.
Ernesto Ladrón de Guevara