Ambos partidos quieren reformarla, por la gatera

 

El PP, partido para ayudar… al PSOE, como vengo diciendo desde hace años, ha entrado al  trapo del  envite del partido comunista bolivariano, pretendiendo reformar el artículo 49 de la Constitución, por la puerta de atrás, y sin acudir al procedimiento previsto en la propia Carta Magna, artículos 166 a 169.

No sé si es un problema de estulticia o de imbecilidad, congénita o adquirida.

Soraya pasó, pero han quedado los sorayos, sus discípulos, partidarios de dar árnica al adversario, de ayudar a la ruinosa Prisa, a la Secta (no es un error), y, en general, a todos los enemigos del PP.

¿Será que el PP y el  PSOE son lo mismo…?

Si de verdad quieren hacer reformas necesarias, que modifiquen los arts. 140, 141 y 142 de la Constitución, y supriman la mitad de los Ayuntamientos, que no prestan servicio alguno, y todas las Diputaciones Provinciales, reductos caciquiles de las “fuerzas vivas” de cada provincia, y refugio de políticos de segunda y de tercera.

O que supriman el Senado (art. 66 y siguientes), segunda cámara, de la que carecen muchos países…, y funcionan bastante mejor que el nuestro.

El Senado se ha convertido en un cementerio de elefantes viejos, a donde van a parar los políticos desahuciados, “protegidos” por la inmunidad y el aforamiento, que en la práctica acaba siendo impunidad criminal.

Y la necesidad de suprimir el Tribunal Constitucional (art. 159 y siguientes), llamado por muchos el tribunal “prostitucional”, y cuyos magistrados no son tales, sino simples vocales de extracción partidista, de un “no tribunal” política, que acabará haciendo bueno al nefasto Tribunal de Garantías de la Segunda República, que como todos sabemos, no garantizó nunca nada.

En otras palabras, que el PP ha mordido el anzuelo del PSOE, convencidos de que ambos son los amos del cotarro, y que pueden mangonear a cuarenta y ocho millones y medio de españoles a su conveniencia.

No son conscientes, o sí, de que ellos son los tontos útiles.

O sí.

Puestos a reformar, ¿por qué no echar al Rey, y proclamar la tercera República, con Pedro Sánchez de presidente, y Feijóo de vicepresidente…?

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.ramirograumorancho.com

Ramiro Grau Morancho