No es un secreto la inmensidad de la deuda pública de casi todos los países y su tendencia exagerada al infinito.

Suele marcar la pauta de la tendencia de intereses, los Estados Unidos y en concreto su bono a diez años llamado T Note que, en este momento cotiza al 4,9 %, un valor pocas veces visto en casi dos decenios y que los sedicentes expertos pronostican que sobrepasara la barrera del 5%.

Los Estados Unidos se encuentran sumergidos en una guerra casi olvidada – Ucrania – y otra reciente en la que ponen un entusiasmo exacerbado, la Palestina.

Pensando que, esta reciente va a ser una excepción y que la van a ganar.

Los carlistas somos partidarios de la PAZ, nuestra Patria debe mantenerse ajena al conflicto y resaltar su neutralidad y los católicos, además, rezar por las víctimas.

La consecuencia inevitable para los americanos y su Tesoro – ¿? – es otra emisión gigantesca de deuda pública para sufragar las dos guerras y las que vendrán.

Cada nueva emisión supone poner en el mercado una gigantesca cantidad de Bonos que se suman a la inmensidad infinita de la existente.

Los gestores de carteras y fondos de bonos, obligaciones y tesorería ven en esas emisiones un peligro para la estabilidad de las mismas y prevén, por un lado, el alza de tipos y por otro el descenso del valor de esas carteras que ya poseen.

Porque se trata, como en el caso del Tesoro español – ¿? – de que el problema se agudiza con la amortización de emisiones que cumplen sus 10 años y por otro, por las nuevas emisiones para cubrir el déficit actual del año corriente que será del orden de 100.000 millones de euros en el mejor de los casos…

Ese bono español se encuentra ahora al 3,9 % mientras que el alemán cotiza bastante más bajo, al 2,8%.

El altísimo precio del dinero supone otra carga adicional a nuestra deuda pública ya que, además hay que financiar el pago de intereses.

Desde el prisma de cuantificar el servicio de la deuda y, en nuestro beneficio, matemáticamente esas emisiones decenales, se supone que tienen vencimientos anuales sobre el 10 % del total de la deuda y que el resto, es decir las emisiones efectuadas en los últimos 8 o 9 años se hicieron en el entorno del 0%…, tremenda suerte.

Y que los vencimientos de este año y los siguientes, por lo menos se emitirán alrededor del 4%.

Siguiendo el razonamiento, ese servicio de la deuda tiene que ir aumentando año a año al vencimiento de las nuevas emisiones…

Moraleja, la situación va a seguir empeorando para el Tesoro sin que los gobernantes se les denote la menor mueca de preocupación … Así son, los han diseñado para la quiebra de las naciones y el caos y no pueden cambiar.

Y a pesar de los pronósticos de los expertos los intereses oficiales seguirán subiendo.

Las finanzas en el día de Todos los Santos

Reseñar la caída del PIB de la zona euro en el 3 Trimestre 2023 del O,1%, noticia que los M. se suelen olvidar de contarnos.

Las quiebras de medianas empresas continúan por toda Europa con cierres totales o parciales de fábricas…, una de ellas, significativa, en Eupen (Bélgica) de la instalación de Saint-Gobain…, que contradicen las nuevas alzas de las bolsas en estas primeras sesiones de la semana.

Los expertos siguen vaticinando que las caídas de los dos últimos meses son una estupenda oportunidad para volver a entrar en bolsa… los lectores conocen mi opinión y sigo erre que erre que es momento de salirse y permanecer en liquidez.

Y la liquidez se puede invertir en letras del Tesoro, pero a muy, muy corto plazo, porque los intereses van a subir.

Es lógico que los bonos a 10 años renten mucho más que las letras a seis meses, por el riesgo que conllevan. La diferencia de rendimiento entre uno y otro plazo supone que no merece la pena el enorme riesgo de emisiones a muy largo plazo… y que, aunque, el monto principal se cobrará al cabo del tiempo de emisión, en caso de necesidad, su venta puede representar una pérdida muy importante… si los intereses siguen subiendo.

Oro y petróleo

Todo no van a ser noticias negras y pesimistas… el petróleo desde los 90 US§ alcanzados los primeros días de la guerra de Palestina, vuelve a niveles cercanos a los 92 US§ y los precios de sus derivados bajan algunos céntimos aliviando el bolsillo de los consumidores.

No hay que ser un lince para vincular el precio del negro crudo con la nueva guerra y, al parecer, los analistas bélicos apuestan o por un desenlace rápido o bien por un conflicto mitigado, de forma que los precios del WTI se mantendrán por los niveles actuales poco más o menos.

Mi opinión es algo diferente ya que, conociendo el ardor guerrero de los chicos de Biden y la movilización de portaviones hacia la zona – no contaminan, ni emiten CO2 – preveo que la guerra NO va a parar y harán todo lo posible por quedarse con el Líbano, Irak y Siria… por lo que la evidencia provocará una nueva subida del precio del WTI…, por desgracia.

Las intenciones de los Estados Unidos y, al parecer, su supervivencia depende en gran medida en la promoción de nuevas guerras, genocidios y cuanto mayor sea la intensidad del conflicto se muestran mucho más satisfechos… es la muy triste realidad.

Alguien hasta hace un mes contabilizaba la cifra de 249 las guerras iniciadas por los EE. UU. desde su Independencia…, un contable me sugiere añadir una más, de forma que son ya 250 sin que se vislumbre que esa cifra se quedará ahí, fija e inamovible.

El metal dorado después de superar el listón de los 2.000 US§ la onza, baja ligeramente para mantenerse por un poco por debajo de esa cifra …

Un dato interesante…, el conjunto de bancos centrales – se entiende de todo el mundo – compraba en el tercer Trimestre del 2023 la nada moderada cifra de 337 toneladas de oro… lo que prevé que su precio continuará subiendo.

Gracias por la lectura

DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO

 

Iñigo Caballero

I. Caballero