La “Lista Robinson”, como su propio  nombre indica, es un directorio de personas que no quieren ser acosadas por las diversas vías existentes: correo ordinario, electrónico, teléfono, con llamadas al fijo, o al móvil, etc.

Cumplimentar el  formulario para darse de alta es relativamente sencillo, y solo con poner en internet “Lista Robinson” le saldrá amplia información sobre el particular.

Es cierto que millones de personas conocen su existencia, supongo, pero también es verdad que hay otros muchos millones que lo desconocen…

La inclusión en la lista no garantiza que no te sigan molestando, pero, a juzgar por mi experiencia personal, el número de llamadas impertinentes, o no deseadas, se reduce notablemente, al igual que los correos electrónicos publicitarios.

Prácticamente, en un noventa por ciento, más o menos…

Ese objetivo no se consigue al día siguiente, sino que tarda uno o dos meses, pues las agencias de publicidad, y operadores que realizan esas gigantescas campañas, tienen que consultar previamente el listado, para ver quienes desean no ser molestados.

Yo estoy relativamente contengo con mi inclusión en la lista Robinson hace varios años, aunque en los últimos meses sufro un incremento de llamadas no deseadas, todos empeñados en venderme una burra vieja.

En los últimos días, recibo infinidad de promociones de la PSOE y PODEMOS (¡qué mal deben de ver los previsibles resultados!), empeñados en salvarnos a todos, y convencidos de que solo con mi voto, lo conseguirán.

¡Pues lo tienen claro!

En cambio, el  PP o VOX no se han dignado enviar publicidad alguna, lo que agradezco mucho, aunque no dudo que lo  harán, antes de que termine la campaña electoral…

¿Realmente los españoles tenemos el deber de soportar esta avalancha de publicidad engañosa, que llena nuestros buzones, sobre todo habida cuenta de que durante los cuatro años previos todos los partidos, sin excepción, han pasado de nosotros?

¿Imaginan ustedes los cientos de millones de euros que cuestan esas campañas, y los sobornos o mordidas que hay que “recaudar”, para poder pagarlas…?

Claro que, en su caso, y no sería la primera vez, no se pagan los créditos correspondientes, y que asuma la banca ese costo, pues la banca sabe que le conviene llevarse bien con los que mandan, aunque sean unos hijos de puta.

Porque, son nuestros hijos de puta.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.graueditores.com

Ramiro Grau Morancho