Miedos que no se trasladan a la población susceptible de ser receptora de sus productos se ven reflejados en el extenso informe anual de la compañía en la COMISIÓN de BOLSA y VALORES de EEUU que se puede consultar en el siguiente enlace:
En la página 6 podemos leer:
“Nuestro negocio está sujeto a varios riesgos, incluidos los que se describen a continuación…”
“Nuestro negocio está sujeto a varios riesgos, incluidos los que se describen a continuación.”
“Es posible que no podamos demostrar suficiente eficacia o seguridad de nuestra vacuna COVID-19 y/o formulaciones específicas de variantes para obtener la aprobación regulatoria permanente en los Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea u otros países donde ha sido autorizado para uso de emergencia o con aprobación de comercialización condicional otorgada.”
“Pueden ocurrir eventos adversos significativos durante nuestros ensayos clínicos o incluso después de recibir la aprobación regulatoria, lo que podría retrasar o terminar los ensayos clínicos, retrasar o impedir la aprobación regulatoria o la aceptación en el mercado de cualquiera de nuestros productos candidatos.”
En la página 7:
“Incluso si obtenemos la aprobación regulatoria completa para nuestros candidatos a productos y vacunas COVID-19, es posible que los productos no obtengan la aceptación del mercado entre médicos, pacientes, hospitales, centros de tratamiento del cáncer y otros en la comunidad médica necesaria para el éxito comercial.”
En la página 8:
“Nuestros ingresos dependen en gran medida de las ventas de nuestra vacuna contra el COVID-19, y nuestros ingresos futuros de nuestra vacuna contra el COVID-19 son inciertos.”
“la durabilidad de la respuesta inmune generada por nuestra vacuna COVID-19, que aún no se ha demostrado en ensayos clínicos”
Esto y más declara la empresa que fabrica la “vacuna” Pfizer (COMIRNATY) en su informe anual pero, como decimos, no es lo que llega al vulgo a quienes, desde los diversos gobiernos sumisos al NOM, se les presenta como la única solución al miedo previamente instalado en sus mentes desde los medios de comunicación, también sumisos al “Gran Hermano”, con el COVID-19.
Y… ¿el resto de farmacéuticas que también tienen “la solución” a los miedos de los ciudadanos en sus productos?
