¿Por qué este 1º de mayo ha sido un fracaso en Pamplona?
Estaban cinco gatos, sin programa laboral y económico, y serviles al poder político del PSOE-Podemos-EH Bildu… para ser 1º de mayo. Decir esto no es agradable pensando en lo que nos importa, las bases sindicales, las personas y familias que cobijan.
Este 1º de mayo ha sido un fracaso social porque la sociedad está desmovilizada por culpa de los sindicatos politizados, y cuyos partidos ocupan el Estado e instituciones políticas. Me refiero a UGT, CCOO, LAB, ELA. Sabemos que hay sindicatos sanamente independientes, pero no se les ve ni oye en la calle, porque su planteamiento es diferente a los sindicatos llamados revolucionarios.
Este 1º de mayo ha sido un fracaso de los sindicatos politizados, que ya han hecho su revolución, pues es ahora cuando peor estamos en el ámbito laboral, con paro a millones, salarial, con precariedad, impuestos abusivos contra las empresas y los que trabajan en ellas. Sume Vd. una lluvia de reglamentaciones, la subida de los precios de la electricidad y combustible, competencias desleales, falta de representación de los problemas de España en la UE etc.
Este 1º de mayo ha sido un fracaso de los sindicatos politizados porque ya no movilizan a nadie, salvo –repetimos- a cinco gatos para ser el Día del Trabajo. Los sindicatos UGT, CCOO y LAB… han reunido apenas un puñado de seguidores enfrente al Parlamento de Navarra, y los últimos en la plaza del Castillo de Pamplona. Y no ha sido por falta de medios, porque los carteles anunciadores son preciosos, luego tienen dinero sin duda subvencionado por el Estado y la administración pública, que son de los suyos.
Es un fracaso porque en vez de decir las verdades al Gobierno actual PSOE-Podemos-separatistas… “¿Foral?” y “central”, y exigir que los partidos que lo dominan desocupen el poder, tales sindicatos no hacen crítica al Gobierno ni los partidos en el poder, sino a las empresas de iniciativa social o privada que nos da a todos de comer ya directa ya indirectamente, producen riqueza y nos abren al futuro.
Por una parte, el Estado y los partidos que lo ocupan, se convierte en un monopolio cuando subvenciona tanto a tantos. Por otra, hay grandes oligopolios que “han convertido a los partidos políticos turnantes en sus servidores, con las consecuencias que estamos padeciendo en la actual situación de crisis”, no pocas veces provocada a ciencia y conciencia. Seguidismo de los jefes sindicales a los políticos o partitocracia.
Este 1º de mayo, en Pamplona, la crítica de UGT y CCOO –que van juntos- es a las empresas, al PP, a la llamada ultraderecha, y a la guerra de Ucrania en el Paseo de Sarasate. Y los separatistas de LAB en la plaza del Castillo, sólo añaden a ello mucho zortzico y baladas en batúa, pero nada de nada más.
Cinco gatos el 1º de mayo y, sobre contenidos, balones fuera. Vacío. Eso sí, banderitas a montones y algunas malamente preciosas.
Los sindicatos politizados ya no saben qué hacer. No tienen Programa de acción y reconstrucción. Tampoco sabían qué hacer antes, salvo arruinar a las empresas y agentes sociales, a la gente, a la sociedad, tuya y mía. Engañaron a muchos trabajadores durante décadas, diciendo que el capital roba, la empresa roba, el empresario es el malo, la iniciativa privada es egoísta e insolidaria, y el Estado socialista, todopoderoso, nos dará la felicidad y las mieles. Utopías de lo peorcito por basarse en la simplicidad, en mentiras y en la lucha que divide a la sociedad.
Al menos estaban cinco gatos. Lo siento por ellos y por todos. Quizás muchos de los afiliados de UGT, CCOO, LAB, ELA estén haciendo autocrítica y dejen de ir a sus propias manifestaciones. Esto sería saludable.
España está arruinada debido al desinterés y la torpeza técnica de los gobernantes, a la desprotección de la empresa por parte del Estado y de sus tentáculos las CCAA y sindicatos políticos, al exceso de funcionariado, a la falta de beneficios empresariales y a la montaña de impuestos que esquilman a todos, menos a los dietistas… y hasta los ladrones.
La Comunión Tradicionalista Carlista sí tiene un Programa laboral y económico, actualizado. Está en la Red. En él se abordan numerosas cuestiones económicas, el aprovechamiento del agua, los problemas de la vivienda, los Bancos, y para una justa y eficiente gestión económica. Lo que no sé es por qué los carlistas no lo conocen al dedillo. Si así fuese, no les dirían teóricos, ni soñadores, ni desprogramados, ni que sólo defienden cuatro cosas. Tienen que estudiar. Sólo así sabrán responder. Este Programa es su mejor Agenda 2030 y en adelante. Es preciso divulgarlo a gran escala, y hacer ver que la sociedad -los cuerpos sociales- deben hablar, exigir respeto y apoyo desinteresado, que les permitan vivir la subsidiariedad, y autogobernarse en lo que les corresponde –autarquía o burujabetza-.
El socialismo es una ruina y chafallo, sea de planificación central o de socialdemocracia en la que el Estado utiliza a las empresas privadas para que den trabajo -si les dejan- y para ordeñarlas a impuestos, e impide, con excesivos impuestos directos e indirectos, que los trabajadores –del gerente al ordenanza- ahorren y progresen con su trabajo. Además pretende el dirigismo económico.
Los carlistas rechazamos el moderno gran capitalismo “cuyo fin es la apropiación del dinero con al endeudamiento perpetuo de la población y la consiguiente acumulación del poder”. Los Bancos tienen mucho que corregir. Más: ¿salarios basura para jóvenes becarios de por vida? ¿Que trabajen todos y el abuelito por cinco perras? ¿Precariedad? ¿Un coste de oportunidad demasiado caro para las empresas? ¿Un punto muerto y umbral de rentabilidad que nunca llega en las empresas de producción y gestión?…
Con socialistas y liberales, los ricos son cada vez más ricos y los pobres son más pobres… ¿Indigencia social? ¿Necesidad de Caritas? ¿Deben volver las Hermanitas de los pobres y las Hijas de la Caridad…? (Pues que vuelvan ya).
Empresas, todo tipo de cuerpos intermedios libres y no politizados, sindicatos y gremios, cámaras de comercio, iniciativa social, emprendedores… debiera de ser vuestra hora. ¡Exigid que os dejen! ¡Que os dejen vivir el principio de subsidiariedad! La unión de todos los agentes de la empresa es la fuerza que puede obligar al Estado a rebajar inmediatamente los impuestos, simplificar tanta reglamentación, evitar el servilismo en la UE y las oligarquías transnacionales, y dejar trabajar con entusiasmo a los muchos que lo desean.
José Fermín Garralda