Nuevamente se vuelve a reproducir lo que ya Manos Limpias denunció en el año 2005, ante el Defensor del Pueblo, ante el Secretario General de Naciones Unidas, y ante la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, para los Derechos Humanos.
Ahora, decenas de inmigrantes ilegales nuevamente son lanzados a la deriva a la península, desde Canarias, utilizando aviones privados comerciales y dejándoles abandonados a su suerte.
Ninguno a su llegada a los distintos aeropuertos de la península, se acoge, les espera para darles un cobijo, ni alimento, se tiene que buscar la vida como puede. Por supuesto que buscar un trabajo siendo ilegales es imposible y no les queda otra alternativa que robar, atracar, y en algunos casos violar, esto es, delinquir para sobrevivir.
Es de un cinismo sin límites, hablar de xenofobia por denunciar estos actos, pero la xenofobia la están practicando las autoridades, al tratar de imponer por la fuerza y de maneara delictiva la convivencia de los ilegales por la sociedad española.
El rechazo no es por su condición de raza, sino por ser ilegales y potencialmente delincuentes, si a ello añadimos el rasgo de infecciones tendría el Gobierno un delito contra la salud pública, sin descartar otro relativo al tráfico humano
Miguel Bernad Remón
Jurista y Secretario General del Sindicato MANOS LIMPIAS