REY de CASTILLA y de LEÓN.
PATRÓN de Aranjuez, Sevilla y San Fernando (en Venezuela), también del Cuerpo de Ingenieros Militares en España.
PROTECTOR de los pobres y los presos.
Festividad: 30 de Mayo.
Elogio: San Fernando III, Rey de Castilla y de León, que fue prudente en el gobierno del Reino, protector de las artes y las ciencias, y diligente en propagar la fe. Descansó finalmente en la ciudad de Sevilla.
Fernando III de Castilla era hijo de Alfonso IX, Rey de León, y Berengaria, hija de Alfonso III, Rey de Castilla. Fue proclamado Rey de Castilla a los dieciocho años. Fernando nació cerca de Salamanca. Se casó con la princesa Beatriz, hija de Felipe de Suabia, Rey de Alemania, y tuvieron siete hijos y tres hijas. Su padre, el Rey de León, se volvió contra él y trató de hacerse cargo de su gobierno. Los dos se reconciliaron más tarde y lucharon con éxito contra los moros.
En 1225, Fernando III consiguió del Papa una bula de Cruzada para la guerra contra los moros en tierras de Castilla con la que comenzó su reconquista de Andalucía. Rezaba y ayunaba constantemente para prepararse para la guerra y era extremadamente devoto de la Santísima Virgen.
Entre 1234 y 1236, Fernando III reconquistó la ciudad de Córdoba a los moros y fue entonces cuando recuperó y trasladó de nuevo a Santiago, esta vez a hombros de prisioneros moros, las campanas de la antigua catedral compostelana que previamente había robado Almanzor en el verano del año 997 cuando saqueó y destruyó la ciudad.
En 1248, Fernando III reconquistó la ciudad de Sevilla tras un largo asedio y construir una flota expresamente para la toma de la ciudad por el Guadalquivir.
El 30 de Mayo de 1252, Fernando III falleció después de una larga enfermedad, y fue enterrado con el hábito de su orden franciscana secular. Sus restos se conservan en la Catedral de Sevilla y fueron canonizados por el Papa Clemente X en 1671.
Fernando III fue un gran gobernante y un hombre de una profunda fe. Entre sus grandes obras de gobierno se encuentran la fundación de hospitales y obispados, monasterios, iglesias y catedrales durante su reinado. Reconstruyó la catedral de Burgos, fundó la Universidad de Salamanca y transformó la mezquita de Sevilla en una catedral. También compiló y reformó el código de leyes que se utilizaría hasta la era moderna.
Era un gobernante justo y clemente que perdonaba con frecuencia a los delincuentes que acudían a los pies de su trono.
Oraciones:
San Fernando, Rey piadoso, que uniste al amor de Dios el cuidado de los débiles, enséñanos a regir a nuestros semejantes, buscando el bien del prójimo y la gloria de Dios, a ejemplo de Jesucristo que es Dios y vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
San Fernando, Rey piadoso, que recuperaste del dominio de los infieles una gran parte del territorio de las Españas, ayúdanos contra nuestros enemigos a defender la Patria y a instalar sobre ella como antaño la soberanía de Cristo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.