En 1898 nuestra Patria perdió Cuba, y las últimas posesiones importantes fuera de la península, y a ese decaimiento nacional se le ha venido llamando el Desastre del 98.
Hubo otro desastre posterior, duro pero necesario, la Guerra Civil, propiciado por los eternos enemigos de España, el comunismo y la masonería, y ahora nos encaminamos hacia un tercer y definitivo desastre, que deberíamos llamar el “Desastre del 2024”.
Los delincuentes políticos, se van a amnistiar a sí mismos, faltaría más, con el apoyo del PSOE, y de todos los partidos separatistas y terroristas.
Pedro Sánchez está dispuesto a dinamitar España, con tal de mantenerse unos meses, o algún año más, flotando en la mierda, como el corcho.
Ni Fernando VII fue tan nefasto para nuestra Patria, y cuidado que lo fue, y mucho…
Zapatero sembró las bases de la actual ruptura de España, y Sánchez ha seguido su estela, como alumno bien aplicado, acostumbrado a copiar su tesis doctoral, a que le escriban otros los libros que no tienen ningún empacho en firmar, y lo que haga falta.
Lo triste del caso es que además de la amnistía, que se aprobará mañana en el Congreso de los Diputados, Dios mediante, esto sólo será el principio del final:
- Referéndum de independencia en Cataluña, y es posible que también en el País Vasco.
- Anexión de Navarra por el País Vasco.
- Posible declaración unilateral de “independencia” de Cataluña.
(Pero no una independencia verdadera, sino una independencia subvencionada por el resto de España… Ellos se quedarán con el ciento por ciento de los impuestos que generan, y España sufragará el resto, Ejércitos, etc.).
¿Y qué hace el PP para oponerse a los designios de Sánchez…?
Pues manifestarse los domingos en contra, y luego firmar todo lo que el PSOE les ponga encima de la mesa.
Con esta “no oposición”, tenemos Sánchez hasta la derrota final, y la destrucción de la España que conocemos, sufrimos y amamos.
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor