A don Francisco Bendala Ayuso, católico, patriota y militar, un hombre de honor
Decía Calderón de la Barca que la milicia no es sino una religión de hombres honrados, y ese es el caso del ilustre Teniente Coronel don Francisco Bendala Ayuso, mi amigo Paco.
Pertenece a ese pequeño grupo de españoles que sufren, que sufrimos, diariamente por la deriva de España, camino del naufragio, y no solo político, sino económico y social.
Hace años que España condecoraba con la Medalla de Sufrimientos por la Patria a aquellos compatriotas que se sacrificaban, más allá de lo que el deber les exigía, por defender a la Patria, cuyo es el caso de don Francisco Bendala.
Desgraciadamente, esa condecoración ha sido derogada…
Ahora ya casi no quedan militares de verdad, vocacionales, hombres de honor, que anteponen la obligación a la devoción, y han sido sustituidos por funcionarios de uniforme, que piensan más las vacaciones, en cobrar las “horas extras”, en disfrutar de permisos, etc., que en España y el servicio a los españoles.
El propio incumplimiento del artículo 8 de la Constitución, evidencia esta triste realidad.
Los restos de nuestros ejércitos, porque eso es lo que son, están desplegados en unas veinte misiones en países remotos, que muchos no sabemos ni dónde están, mientras incumplen su deber constitucional de “garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional” (art. 8, 1, de la Carta Magna).
Bendala pertenece a ese selecto grupo de españoles concienciados del peligro para nuestra Patria, y que, a pesar de estar ya en la reserva, o jubilados, siguen sacrificando su tiempo y su dinero en la defensa de los intereses generales de los españoles, que son también los derechos legítimos de España.
Los dos partidos que se alternan en el poder, el PSOE y el PP, en realidad son los mismos perros, pero con distintos collares, y nos llevan directamente al matadero: el NOM, Nuevo Orden Mundial, y la Agenda 2030.
Esta tensión política, el sedentarismo a que nos obliga la dedicación a escribir, leer, e intentar convencer a los incautos y bienpensantes, en general, que creen que el gobierno trabaja por el interés general, y no por sus propios intereses, son los que al final acaban provocando un incremento de la tensión arterial, que deriva en infartos, como el que recientemente ha sufrido don Francisco, o en ictus cerebrales, como el que yo mismo sufrí hace casi dos años.
Y en el caso de Paco, resulta obvio que Dios le ha querido dar más vida, y ha salido airoso del trance, pues sabe que está haciendo una gran labor, y es una persona no sólo necesaria, ¡sino incluso imprescindible!
En mi caso, Dios ha actuado con gran benevolencia, y ha querido darme una segunda oportunidad, para poder enmendar mis muchos pecados, hacer propósito de enmienda, y cumplir la penitencia, como dice el Catecismo.
Desgraciadamente, estamos luchando contra grandes molinos de viento, de desinformación, que expanden noticias falsas o tergiversadas, y si a ello unimos que más del noventa por ciento de los españoles no leen nunca nada…, a veces pensamos que estamos sembrando en el mar.
Pero no queda otra que seguir luchando, pues las únicas guerras que se pierden son aquellas que se renuncia a batallar, y se adopta la actitud pasiva del PP, “la rendición preventiva”.
¿O es que alguien en su sano juicio cree que la política del PP será muy diferente a la del PSOE…?
En fin, amigo Paco, este artículo es un tributo a tu gran labor, así como a la amistad que siempre me has brindado, y que agradezco en lo que vale.
Estoy seguro de que ambos, y muchos buenos amigos y camaradas, seguiremos rogando a Dios, pero dando con el mazo de la pluma y la palabra.
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor