Estos días, algunos diarios digitales –pocos, y ninguno de papel-, nos informan de los miles de “asesores” nombrados por todos los partidos políticos con mando en plaza, sea ésta el gobierno central, los autonómicos, provinciales (esos nidos de caciques que son las diputaciones), comarcales y municipales, organismos “independientes” o autónomos, en el bien entendido supuesto de que en España todos dependen de alguien, etc.
Son decenas de miles de personas, que viven de la teta pública, nombrados a dedo, y la mayoría carentes de formación, pues son simples “comisarios políticos” de los partidos de turno, a los que se libera de trabajar en algo productivo, para dedicarse, única y exclusivamente, a hacer política, reírle las gracias al mandamás correspondiente, y poco más.
El dineral que esta troupe nos cuesta permanece en el silencio, pues los datos se ocultan en los respectivos presupuestos, como altos cargos, personal eventual, de confianza, etc.
En el caso de Aragón, hasta los chóferes de Consejeros son personal eventual… ¿Qué secretos inconfesables escucharán, que no se confía en funcionarios o laborales para cubrir esos puestos?
Lo que antes era un simple secretario particular, ahora es un jefe de gabinete, muchas veces con rango de director general, es decir, de alto cargo.
Y con los gabinetes de comunicación, pasa lo mismo.
La Diputación General de Aragón, o Gobierno de Aragón, tiene más periodistas y asimilados en nómina que los cuatro diarios en papel de la región.
Además del gabinete del presidente, existe el del vicepresidente, y todos los consejeros tienen sus “asesores” de prensa, destinados a filtrar conveniente lo que les interesa que se sepa, y a intentar ocultar lo que no conviene que sepa la plebe, pues tal es la consideración social en que nos tienen…
Por no hablar de una televisión y una radio públicas, totalmente absurdas e innecesarias, pero que sirven como botafumeiros de quien ostenta el poder.
Y ningún partido está en contra de esos medios, faltaría más.
Todos aspiran a hacer lo mismo, y tenerlos a su servicio.
Mientras tanto, no se construyen guarderías públicas o residencias de mayores, porque no hay dinero.
Circular por muchas carreteras de la red autonómica es un verdadero tormento, ante lo poco que se cuidan, parchean, limpian las lindes, reponen periódicamente el firme, etc.
Y así todo.
¡Pero tenemos 67 diputados regionales, con buenos sueldos, 10 consejerías, 55 directores generales, alrededor de 40 empresas públicas, que dan acomodo a más de dos mil personal, con unos 150 directivos y altos cargos, nombrados a dedo, faltaría más, etc.!
Por supuesto, la práctica totalidad de las empresas públicas son deficitarias, pero eso, ¿a quién le importa…?
Multipliquen el caso de Aragón, por 19 “autonosuyas” más, en acertada expresión de Vizcaino Casas, y hagan cuentas.
Y digo cuentas, no cuentos, que son los datos económicos que nos facilitan periódicamente Pedro Sánchez y “Nada” Calviño.
¿Cuánto tiempo más podrá aguantar España este despilfarro de los recursos públicos…?
Y digo más: ¿permitirá la UE que nos sigamos hundiendo económicamente, para luego tener que rescatarnos, con el dinero de los países que saben gestionar lo público, y ahorrar en gastos superfluos e innecesarios?
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor