¿Doble vara de medir? No lo creo, más bien cristofobia indisimulada.
El Excelentísimo Ayuntamiento de Barcelona, presidido por la inefable Ada Colau, el mismo que hace un año se mofaba de los cristianos con sus infames belenes de diseño, alberga en las marquesinas del metro una campaña publicitaria relativa a la conmemoración del nacimiento del profeta del Islam, Mahoma. En esto parece que no rige aquello de la laicidad en el espacio público.
Desde luego, se trata de una iniciativa muy feminista y muy de género, pero… ¡qué le vamos a hacer¡ Últimamente nos estamos acostumbrando a que los líderes políticos digan una cosa y, acto seguido, pongan por obra exactamente la contraria, según su propia conveniencia.
¡Que no vengan luego con la matraca de la democracia¡