PRESBÍTERO y FUNDADOR.

PATRÓN de los Maestros.

Festividad: 7 de Abril.

Juan Bautista de la Salle nació en Rheims, Francia, el 30 de abril de 1651. Fue el mayor de diez hijos de una familia noble. Estudió en París y fue ordenado sacerdote en 1678. Era conocido por su trabajo con los pobres.  Murió en San Yon, Rouen, el 7 de abril de 1719. Fue canonizado por el Papa León XIII en el año 1900. Juan estuvo muy involucrado en la educación.  Fundó el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (aprobado en 1725) y estableció colegios de docentes (Rheims en 1687, París en 1699 y Saint-Denis en 1709). Fue uno de los primeros en enfatizar la enseñanza en el aula por encima de la instrucción individual. También comenzó a enseñar en lengua vernácula en lugar de en latín. Se fundaron escuelas suyas por toda Italia. En 1705, estableció una escuela de reforma para niños en Dijon.  Juan fue nombrado patrón de los maestros por el papa Pío XII en 1950.

Oración:

Bienaventurado San Juan Bautista de la Salle, que siguiendo las huellas de Cristo y la llamada del Señor empleaste toda tu vida y fuerza, tu amor y conocimientos, al servicio de las personas más desfavorecidas y a la educación de los niños y jóvenes, y con plena dedicación les diste consuelo y alivio en sus necesidades y problemas, en sus carencias y penas, tanto materiales como espirituales, y fuiste para ellos un padre, un amigo, un hermano y su maestro y su guía espiritual, ahora que veo y siento los problemas por los que pasa mi (hijo/a) a ti acudo con esperanza para pedirte me eches una mano.

Glorioso San Juan Bautista de la Salle, por el gran amor que sentiste por los niños y jóvenes, por tus méritos y virtudes, no dejes de llevar estas humildes y sinceras súplicas ante el Trono de Dios Padre Todopoderoso, que es nuestro refugio, nuestra esperanza y consuelo, y pídele que con su habitual misericordia envíe auxilio urgente a mi hijo/a (nombre) para que puedan acabar para siempre las dificultades y problemas que tanto le agobian, pues él/ella sufre, y yo con él/ella.

Confiamos en que el Padre oirá todas nuestras oraciones, ofrecidas en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y que mandamos hacia Él por tu mediación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

R.V.