Uno de los primeros que se conocen es FISHER, Geoffrey

Nació – estaba predestinado para la función – en Canterbury en 1887

Pastor de la Iglesia Anglicana en 1913 y sucesivamente Obispo de Chester en 1932, de Londres en 1939 y al final de su recorrido por las Logias, lo consigue, arzobispo de Canterbury en 1945,

Dicen nuestros amigos los ingleses que el arzobispo de Canterbury es el jefe espiritual de la Iglesia de Inglaterra y que el rey de Inglaterra es su jefe temporal.

Su maratónica carrera en las sectas

Fisher se inició en la francmasonería en 1916. Gran Chambelán de la Gran Logia Unida de Inglaterra (de 1937 a 1939); Gran Maestro Provincial de Norfolk.

Pudiera haber estado afiliado a la Logia la Constante Amistad de Arras en el norte de Francia, pero este paso no se ha probado.

Estudió en el Marlborough y el Exeter College de Oxford, como ven nada elitista.

Fue ordenado pastor – se entiende que de lobos – en 1913. En aquella época y siendo profesor, los directores de escuelas públicas eran en su inmensa mayoría pastores anglicanos, por supuesto, todos masones, tal era y es el dominio de esta gentuza en todas las esferas de la sociedad … iba a escribir, inglesa, pero no encuentro la palabra exacta.

Aclaramos que no solo la sociedad  … inglesa se encuentra secuestrada por la masonería sino la inmensa mayoría de las sociedades occidentales y, por supuesto democráticas.

En 1914 a Fisher se le nombró director de Repton, sucediendo al futuro arzobispo de Canterbury, William Temple

Fisher se le ha descrito en multitud de ocasiones como un maltratador de alumnos a los que azotaba con una vara con una crueldad desmesurada. No es un caso aislado entre los obispos anglicanos.

En 1942 Cosmo Lang, arzobispo de Canterbury fue reemplazado por William Temple. Temple duró poco como jefe de la iglesia, falleciendo en 1944.

El nombramiento de Fisher como arzobispo fue una sorpresa. Sus numerosos detractores dicen que lo mejor que hizo fue oficiar el casamiento de la satánica Isabel II con el no menos masón y psicópata Felipe de Edimburgo y en 1953, presidió su coronación.

Visitó en 1960 al Papa Juan XXIII

La ingenuidad o quizás la ya intensa infiltración del humo masónico de inspiración satánica le impidió conocer que Fisher era un masón de la peor calaña comprometido con Lucifer y el odio a Cristo.

Era el primer encuentro entre un jefe de la iglesia de Lucifer, llamada en términos vulgares, iglesia anglicana y un papa de la Iglesia Católica y romana de Cristo Nuestro Señor y única verdadera desde que Enrique VII asesino de mujeres tuvo la idea de emprender la senda del diablo.

El Papa ignoraba la afiliación masónica de Fisher y su pertenencia a la Gran Logia Unida de Inglaterra con elevado grado.

Hoy vemos esta reunión como un error grave … un Papa católico que tiene un encuentro con Lucifer mismo…

Al año siguiente el diablo inglés jubiló a Fisher nombrando al no menos perverso Michael Ramsey, también grado 33 de la Gran Logia inglesa.

La continuidad en la jefatura de la iglesia luciferina de Isabel II de los grados 33 de la masonería inglesa confirma su carácter satánico.

No estamos escribiendo que los creyentes de la secta inglesa sean adoradores de Lucifer sino solo que los que la dirigen, todos sin excepción creyentes del diablo.

Y los lectores conocen lo que el culto a Lucifer conlleva de ritos y sacrificios para contentar al Comandante. En los grados masónicos el Comandante es Lucifer.

Fisher fue jubilado por el primer ministro de la época el conservador Harold Macmillan nombrando al citado Ramsey que según los historiadores fue el mejor arzobispo de la reciente y renovada masónica iglesia anglicana.

No hay que ser un experto para encontrar un paralelismo entre la infiltración masónica de la anglicana con la católica, aunque la inglesa nos lleve decenios de ventaja.

La gran diferencia entre las dos iglesias es la connivencia, por supuesto masónica, entre el poder temporal y el poder espiritual de la anglicana donde los seguidores y adoradores de Lucifer forman una piña compacta.

Desde Fisher y para confirmar y premiar la continuidad masónica en la jefatura de su iglesia, el poder temporal concede a los arzobispos jubilados innumerables ventajas políticas que conllevan su correspondiente remuneración financiera.

Fisher fue nombrado barón de Lambeth algo parecido a lo que nuestro emérito hizo con Adolfo Suárez conocido ministro jefe del Movimiento franquista y perjuro repetidas veces, premiado con el ducado de Suárez … a Fisher de repente se le adjudicó el título pirata y honorifico de Lord y sentar sus posaderas en la Cámara de esos masones.

A partir de Fisher todos los arzobispos de Canterbury son jubilados con títulos nobiliarios para recompensar sus fidelidades religiosas y políticas, al servicio de Lucifer y el odio a Cristo Nuestro Señor.

La masonería con el control total de la secta anglicana mantiene a la vez una notable influencia en la política inglesa y en la espiritualidad menguante de la sociedad.

El reverendo Leech

En 1959, preguntó a Fisher: ¿Es posible ser cristiano y masón?

Respondió: Sí, porque lo soy.

Elección de los arzobispos de Canterbury

Llegado a este punto advertirán que siendo los arzobispos masones, su elección no obedece a criterios religiosos sino políticos.

La condición sine qua non es la pertenencia a la Logia del Gran Oriente de Inglaterra.

Sin embargo, existe un procedimiento donde una cierta Real Comisión de Nombramientos propone varios nombres al primer ministro, por supuesto británico quien lo elige y siendo el rey o la reina que lo suele aceptar ya que será durante un cierto tiempo su colega en la jefatura de la luciferina secta anglicana.

No voy a escribir que mientras los gerifaltes – léase obispos – practican sus rituales de adoración a Lucifer, sus fieles dedican sus tiempos a la misma práctica, NO, los creyentes de esta supuesta religión, es posible que se consideren cristianos.

Deben repasar su historia y quién fue el inventor de esta herejía, la más clara de las que intentar asaltar la verdadera Iglesia de Cristo.

Entre el gobierno, la monarquía del Reino Unido y su dueño, el Gran Oriente de Inglaterra existen vasos comunicantes y es una broma de muy mal gusto calificar al arzobispo de Canterbury como jefe de los anglicanos. Es una figura política al servicio de la masonería.

Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío

DIOS, PATRIA y REY LEGÍTIMO

 

Iñigo Caballero

I. Caballero