La verdad es que nunca me había interesado por la vida privada de Pedro Sánchez, y de su esposa.

Me parecen  dos chulos de playa, él con modales de macarra de discoteca, y de ella no  voy a decir nada, pues enseguida se me echarían al cuello las femihistéricas de ocasión…

Ayer estuve mirando algo en internet, sin mayores pretensiones, y vi que se habían casado en 2005, por lo que pronto cumplirán veinte años de vida matrimonial.

También leí que tenían dos hijas, una nacida el año anterior a casarse, y otra poco después, por lo que ambas deben ser ya mayores de edad, o muy próximas a esa situación legal.

Desconozco si los bienes que tienen son gananciales, y si las saunas gays del padre y de la familia de Begoña son solo de Begoña…, aunque parece que figuran a nombre de un hermano de su padre.

Todo  eso me importa un bledo, pero lo que realmente me preocupa, e incluso escandaliza, es que esta señora, que carece de formación universitaria,  y solo ostenta un diploma de marketing de un centro privado, de esos que prácticamente te envían a reembolso, contra el pago de un dineral, se haya convertido de repente en “empresaria”, o  como dicen los pijos ahora, en “emprendedora”.

¿Emprendedora de qué…?

Yo solo veo a una presunta traficante de influencias, a una comisionista, a la señora que –supongo- comparte cama con el Presidente del Gobierno, su marido, desde hace casi 20 años, que se dice pronto, y que obtiene pingües beneficios de sus “negocios” privados.

No sé si son solo para ella o también su marido, pero lo que está claro es que se beneficiarán de ellos sus dos hijas.

¿Es lícito y sobre todo ético, que la esposa del Presidente del Gobierno media en “negocios” de empresas privadas,  petición de subvenciones y ayudas públicas, etc., siendo quién es…?

Resulta evidente que no, y es más, es el  primer caso en que la esposa de un presidente del  gobierno incurre en esas prácticas.

Y surgen otras preguntas:

¿Su marido sabía a qué se dedicaba su esposa…?

Quiero pensar que sí, pues iba de viaje con los conseguidores o comisionistas, e incluso he leído que se reunía a altas horas de la madrugada en algún hotel con alguno  o algunos de ellos.

¿Hay oposición?

¿Dónde está…?

¿A  qué se dedican el  PP y VOX, o la menguante y casi desaparecida sociedad civil?

La Policía Nacional, la Guardia Civil y los Juzgados de Guardia siguen abiertos, para la recepción de denuncias.

Y esta señora no está aforada…, todavía,   que cualquier día la presentarán para eurodiputada, o le darán un alto cargo.

Porque ella lo vale.  Es una mujer “empoderada”, como se dice ahora.

Empoderada por su marido, claro, y mientras siga siendo Presidente del Gobierno.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.ramirograumoorancho.com

Ramiro Grau Morancho