Este pasado sábado reapareció Pablo Iglesias con su nuevo peinado y sus viejas ideas de siempre, tanto que el acto en el que reapareció fue una fiesta del Partido Comunista de España, que este año celebra su centenario. Por cierto, conviene recordar que el PCE nació como una escisión de las juventudes del PSOE. También la ETA nació de una escisión de las juventudes del PNV, ya que estamos de recordatorios. Lo raro es que a estas alturas se celebra el centenario de un partido comunista, ¿alguien se imagina al partido nazi celebrando su centenario? Por concretar a lo que nos referimos, más allá de los 100 millones de muertos del comunismo, el 9 de febrero de 1936, durante un mitin en el Salón Guerrero de Madrid, el entonces líder del PCE, José Díez, declaraba lo siguiente: “Marcharemos unidos (refiriéndose al PSOE, por cierto) para terminar la revolución democrático-burguesa. Marcharemos unidos para implantar la dictadura del proletariado y, siguiendo el ejemplo del Partido Bolchevique y de su jefe, Stalin, forjaremos el arma que nos dará el triunfo definitivo del socialismo en España”. Feliz aniversario, demócratas.
Considerado todo lo anterior, interesa regresar a la presencia de Pablo Iglesias en el acto reseñado porque resulta que sufrió un pequeño escrache, por parte de algunos militantes desencantados que le interrumpieron el discurso para preguntarle a voces que a ver dónde estaba el cambio ahora que viene de estar en el gobierno y donde sus peones siguen instalados. La respuesta de Iglesias fue maravillosa. O sea, horrible, pero maravillosa para poder analizarla: “Me vais a permitir que pida un aplauso para el servicio de orden. Defender los espacios de los provocadores es una obligación militante. Los que regalan titulares y clics a los medios de ultraderecha no son más que provocadores que merecen toda la contundencia de la militancia popular y comunista”.
Para empezar, resulta muy curioso observar la diferencia entre cuando Pablo Iglesias es escracheador y cuando es escrachado. Es decir, probablemente uno de los primeros actos por los que conocimos a Pablo Iglesias es por el escrache que le montó en la Complutense a Rosa Díaz. ¿Habría que haberle aplicado a Iglesias el mismo “jarabe democrático” que ahora pide cuando es él el escracheado?
Las palabras de Iglesias al ser escracheado este fin de semana ponen en evidencia además al peligroso sujeto totalitario al que hemos tenido de presidente, o al partido que tenemos cogobernando. Iglesias llama a actuar contra quienes protestan a un “servicio de orden”. ¿Qué es eso, porque no parece que se refiera a una seguridad privada (lo que también tendría su gracia para reprimir en un acto del PCE a militantes comunistas disidentes) o a la policía. ¿Se trata de miembros del grupo de bukaneros que tan pronto le hacen de escolta como de banda de la porra? ¿Algo similar a eso? ¿Tiene Pablo Iglesias o el politburó del PCE un grupo de matones dedicados actuar contra quienes tratan de intervenir en uno de sus actos para protestar? Este grupo de matones, ¿es el mismo que aparece reventando los actos de los demás?
Pero es que además Iglesias dice que “Defender los espacios de los provocadores es una obligación militante”. El problema es, ¿quién decide quién es el provocador? ¿Quién decide los espacios en los que se le puede llevar la contraria a Pablo Iglesias? ¿Hay que perseguir de forma militante en todos los espacios a todas las personas que le llevan la contraria a Pablo Iglesias? Lo cierto es que si quería explicar en su centenario lo que es el comunismo no podía haberlo mejorado.
Aún dijo más, refiriéndose a los que le estaban interpelando: “no son más que provocadores que merecen toda la contundencia de la militancia popular y comunista”. Si, por ejemplo, a uno de esos que interrumpieron a Iglesias le hubieran reventado un ojo de un puñetazo tras haber pronunciado Iglesias estas palabras, ¿qué hubiéramos tenido que pensar? ¿Qué tipo de personaje es Iglesias? ¿Qué tipo de personas son los líderes de Podemos y qué tipo de ideas sostienen a estas alturas? Y de todo este tipo de gente de la mano de la cual se gobierna España, ¿qué se puede esperar?
Publicado en Navarra Confidencial – 27/09/2021
