La exministra socialista y presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, ha presumido del récord de generación renovable, que se ha situado en el 44% en 2020: “se ha alcanzado con altísimos estándares de calidad y seguridad del suministro eléctrico”. Sin embargo, la nuclear y el ciclo combinado son las que verdaderamente garantizan el suministro, sobre todo, en momentos en que no hay ni sol ni viento, como sucedió hace dos meses con la borrasca Filomena.
En la presentación telemática del avance del informe del sistema eléctrico español 2020, desde la sede del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se ha preferido, lógicamente, ensalzar a las renovables (hidráulica, hidroeólica, eólica, solar fotovoltaica, solar térmica, otras renovables y residuos renovables)… En concreto, su generación ha aumentado un 12,8% respecto a 2019, hasta suponer el 44% (110.450 gigavatios-hora), registrando su mayor participación en el mix desde que se tienen registros. Este 44% se compone en un 49,7% de eólica, 27,7% de hidráulica, 17,9% de solar y 4,7% de otros.
Sin embargo, conviene mirar cómo se reparte la generación en su totalidad, porque la nuclear, que también produce energía libre de emisiones de CO2, sigue manteniendo el liderazgo, con una aportación del 22,2%, pese a que sufre una elevada presión fiscal y que contribuye a la emergencia climática. Le sigue de cerca la eólica, con el 21,9%, y mejor trato fiscal; el ciclo combinado (17,3%), pese a que su producción ha bajado un 20,3%; y la hidráulica, con el 12,2% en el cuarto puesto y un 23,6% más de producción; mientras la solar fotovoltaica sólo aporta el 6,1%, a pesar de que su producción se ha disparado un 65%. Corredor también ha destacado el desplome de la producción de las centrales de carbón en un 60,4%, que ha tenido su menor cuota de participación en el mix, aportando sólo un 2%. Esta tecnología en 2007 llegó a generar una cuarta parte del total y que refleja el avance del proceso de descarbonización.
Respecto a la potencia, la renovable ha aumentado en 4.015 megavatios (MW) nuevos instalados en 2020, siendo la solar fotovoltaica la que más ha crecido (+29,5%), seguida de la eólica (+5,3%). Y no hay que olvidar que ha empezado a surgir una burbuja especulativa en torno a la energía verde que no deja de crecer, con distintas operaciones de compras y ventas, y salidas a bolsa…, que se suma a una carísima factura (déficit de tarifa que acabaremos de pagar, previsiblemente, en 2028 y reclamaciones milmillonarias) para los españoles.
El año pasado la demanda eléctrica ha bajado un 5,6%, hasta los 249.819 GWh. De este total, 236.526 GWh (-5,1%) correspondieron a la demanda peninsular, un nivel similar al de 2004, mientras que la no peninsular se ha llevado un fuerte batacazo por la caída de la actividad (sobre todo, del turismo): en Baleares se ha situado en 4.941 GWh (-19,2%) y en Canarias, en 7.945 GWh (-10,5%). El descenso de la demanda eléctrica ha caído por encima de la media entre los grandes consumidores, que representan el 50% de la demanda nacional, en concreto un 7,7%: dentro de estos y por sectores, en servicios la caída ha sido del 10,7% y en industria, del 7%.
Cristina Martín
Publicado en Hispanidad – 12/03/2021