Este Cinco de Marzo es “celebración” en Zaragoza.
El ayuntamiento socialista de Zaragoza, en 1981, en un acto “avant la lettre” de la revanchista Memoria Historica, implantó definitivamente la celebración de la “cincomarzada”, como fiesta oficial, que en 1839 se había impuesto por primera vez por el Ayuntamiento liberal de Zaragoza.
Por supuesto los corporaciones zaragozanas del Partido Popular dirigidas por Luisa Fernanda Rudi y José Atarés la mantuvieron.
Y tanto por el PSOE como el PP ha sido impulsada la conmemoración, dotándola presupuestariamente con abundantes fondos públicos provenientes de los impuestos y con muchos actos lúdicos, para hacer simpática a la población la celebración.
¿Qué celebración han impuesto el 5 de Marzo?:
Durante la primera guerra carlista, en el año 1838 la ciudad de Zaragoza estaba sometida por las fuerzas de la Milicia Nacional.
La Milicia Nacional, a pesar del nombre, no tenía el caracter de fuerza nacional, al servicio de la Nación.
El nombre ya es muy significativo pues es análogo al que tuvieron las fuerzas protagonistas de las grandes revoluciones liberales europeas y americanas de 1768, 1789, 1812, 1820, 1830, 1848, 1854, 1868 y 1871.
En España la Milicia Nacional fue siempre un ejercito partidista al servicio del radicalismo liberal separada del ejército regular (incluso dentro del bando isabelino defendió siempre al partido progresista frente al partido moderado).
Así Pérez Garzón la definió como «el brazo armado de la revolución burguesa» y Ruiz de Morales como «una especie de ejército subordinado a las autoridades y atropellador del pueblo».
Las fuerzas de la Milicia Nacional que ocupaban Zaragoza estaban compuestas por soldados procedentes de otras partes de España, sin ningún lazo con Aragón
En Marzo de 1838, Juan Cabañero y Esponera, Infanzón de las Tierras Bajas de Aragón, audaz y atrevido, contando con la participación y la simpatía de los campesinos aragoneses de muchos pueblos se dispuso a intentar la liberación de Zaragoza.
La noche del 5 de marzo de 1838 las tropas de Juan Cabañero consiguieron liberar parte de la ciudad
En la ciudad había partidarios carlistas, sobre todo en la parroquia de la Magdalena, quienes facilitaron la entrada de las tropas de Cabañero; éste se internó con el 6.º batallón de Aragón por la parroquia de San Pablo, mientras otros avanzaban por las calles del Carmen, San Ildefonso y arco de San Roque; al llegar a la plaza de San Francisco, unos se dirigieron por el paseo de Sta. Engracia hasta la Puerta del mismo nombre, en la que obligaron a rendirse a la guardia; finalmente, el resto de las tropas se dirigió por las Piedras del Coso a cubrir la Puerta Quemada y el barrio de la Magdalena.
Pero ante la noticia de que llegaban mayores refuerzos de tropa isabelina y dado que no conseguían liberar la ciudad en su totalidad por la oposición de la superior fuerza de la Milicia Nacional, las tropas de Cabañero tuvieron que abandonar la ciudad.
En síntesis, lo que se celebra el Cinco de Marzo y los ayuntamientos liberalsocialistas del PPSOE de Zaragoza tienen como día festivo y una parte de la población, acrítica, ovejuna, etc… apoya es:
Qué tropas, de la Milicia Nacional, compuesta por “extraños”, foráneos, forasteros,…, sin lazos con Aragón, agredieron, mataron y terminaron derrotando a un ejército que iba a liberar Zaragoza compuesto en gran parte por los antepasados de muchos de los zaragozanos de hoy en día.
Porque la actual población de Zaragoza, en una gran parte está compuesta por descendientes de los habitantes de los pueblos de Aragón, que a lo largo del siglo XIX y XX fueron emigrando a su capital.
Como zaragozano no puedo más que sentir verguenza ajena por la clase política aragonesa y por el ridículo de ver a bastantes conciudadanos, ignorante de lo que hacen, festejar el aplastamiento de sus abuelos a manos de milicias de forasteros al servicio del gobierno. Milicias de leva efectuada entre quienes gozaban de plenitud de derechos políticos por sostener al Estado oligárquico con sus impuestos, con desprecio casi absoluto a estos efectos de la población mayoritariamente rural, aplastaron a un ejército popular compuesto íntegramente por voluntarios, para luchar por las libertades forales, históricas, reales. Nada digno de ser celebrado.
Publicado en revista Arbil – 05/03/2015

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